El Concejo Deliberante de Córdoba aprobó este jueves por unanimidad el acuerdo entre la Municipalidad, la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) y Dioxitek S.A, que implica el traslado y reubicación de la planta de dióxido de uranio.
En el marco de dicho convenio, el municipio se compromete a prestar colaboración en el proceso de reubicación de la planta, que actualmente funciona en Alta Córdoba y que se planea radicar en la provincia de Formosa. Además, hasta su traslado efectivo, el Ejecutivo permitirá el funcionamiento de la planta “mientras se garanticen las condiciones de seguridad, protección ambiental y el resguardo de la salud de la población en su conjunto”, según reflejó la prensa nacional ayer.
La empresa estatal Dioxitek -cuyas acciones pertenecen en un 99% a la CONAE y 1% a la provincia de Mendoza- provee de polvo de uranio a las centrales nucleares de Embalse, Atucha I y II. La planta de Formosa “tendrá capacidad para producir 460 toneladas de dióxido de uranio por año, lo que significa triplicar el actual nivel de producción con el que cuenta nuestro país”, detallaron desde la firma.
El Concejal cordobés (UCR), Lucas Caballo, dialogó con Radio Uno y el Comercial sobre la decisión del Concejo Deliberante de esa ciudad de avalar el acuerdo entre la empresa Dioxitek y el ejecutivo municipal de cerrar dicha planta que se trasladaría a Formosa.
“El Municipio tiene un plan de traslado desde hace unos años y se llegó a un acuerdo con la empresa en el que se comprometían (la empresa) para hacer un transporte. Se ratificó el mismo”, dijo el entrevistado que afirmó que la planta en Córdoba no está trabajando en este momento y que el avance de las edificaciones han dejado a la instalación “en el medio” de la población de Alta Córdoba, a pocos kilómetros del centro de la Capital.
“Nunca hubo problemas, siempre se trabajó bien en lo ambiental. Además de alguna preocupación de algún sector, había otros que no querían que se vaya la planta por la cuestión de que la seguridad. Es cierto que no es una planta para que esté ubicada en pleno centro de la ciudad”, dijo.
“El denominado chichón lo va a limpiar Dioxitek según lo que tenemos acordado. Contiene los restos del material radioactivo que es toxico y muy peligroso”, sostuvo el legislador cordobés.
Licencia ambiental
El subsecretario de Recursos, Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental, Hugo Eduardo Bay, detalló meses atrás que la licencia ambiental para la instalación de la Nueva Planta Procesadora de Dióxido de Uranio –NPU- ya es un hecho, aunque aclaró que “lo que se aprobó fue lo concerniente a la construcción de la planta, dado que antes de iniciar sus operaciones deberá cumplir con otros requisitos que surgen del estudio de impacto ambiental y de las normas exigidas por la asociación regulatoria de la actividad nuclear”.
La autorización otorgada fue suscripta por el ministro de la Producción y Ambiente, Raúl Quintana, que surge luego de una audiencia pública ampliamente participativa y un posterior y exhaustivo análisis no solo por parte del órgano estatal correspondiente, sino también por una comisión evaluadora más amplia constituida por científicos expertos en la materia.
La licencia dada se encuentra contenida en la Resolución 1374. “El proyecto ya cuenta con la licencia ambiental en términos constructivos, establece que lo que se aprueba es la licencia referidas a la Nueva Planta Procesadora de Uranio -NPU- y antes de que comience a operar, la empresa deberá demostrar todo lo que se le solicita en términos de protección ambiental, y de la misma manera tendrá que cumplimentar ciertas disposiciones, por ejemplo la línea de base, que es una forma de medir periódicamente las condiciones del ambiente”, explicó en su momento el subsecretario Bay.