El mismo día en que el exjerárquico de la multinacional holandesa Shell y reciente ex ministro de Energía Juan José Aranguren rompió el silencio para afirmar que se siente decepcionado porque lo echaran del gobierno a pesar de que “cumplió a rajatabla” con lo que le pidió el presidente Macri, las cooperativas y empresas recuperadas se movilizaron al ministerio y lo tomaron, en reclamo de una revisión del cuadro tarifario que los lleva a la ruina.
Los trabajadores de Cueroflex y otros trabajadores cooperativos exigen una tarifa diferencial para empresas recuperadas, la suspensión de los cortes y el congelamiento de las deudas acumuladas para poder seguir produciendo.
Ya en mayo de 2017 los trabajadores de esta cooperativa habían tomado el hall del Ministerio, ubicado en Paseo Colon y Adolfo Alsina en demanda de una tarifa social, pero no obtuvieron soluciones.
Esta cooperativa es representativa de lo que vive todo el sector de la producción: integrada por 72 trabajadores pasó de pagar 50 mil pesos por el consumo de electricidad mensual a tener que abonar más de 500.000, lo que amenaza seriamente con parar la fábrica ubicada en el partido de San Martín. La deuda llega a 3 millones en la factura de electricidad. En cuanto al suministro de gas pagaban en 2016 unos 18 mil pesos por mes, y ahora pagan 400 mil…acumulan una deuda de 2 millones.
Cabe recordar que a fines de 2016 se había firmado un acuerdo con el gobierno de la alianza Cambiemos, que garantizaba un subsidio de hasta el 70% en el valor de las facturas de servicios para las cooperativas y fábricas recuperadas por sus trabajadores.
La presión de la movilización de este 4 de julio logró que el nuevo ministro Javier Iguacel recibiera a los cooperativistas y que al menos hasta el martes 10, cuando se concrete una nueva reunión, no haya cortes en las cooperativas y empresas recuperadas.
EN LA PATAGONIA, OTRA COOPERATIVA CON FRÍO
En 2014 se hizo un loteo de terrenos de donde surgió la cooperativa de viviendas “Cooperativa de los Trabajadores del Sud – Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut”, conocido como Barrio Castelli.
Sostiene desde allí José Luis Ronconi: “En mi barrio aún no hay red de gas. Estamos obligados a comprar gas licuado (envasado en garrafas). El precio en noviembre de 2014 era de $ 9,95 por kilo. El 31 de mayo de 2018 su valor era de $ 27, 20 por kg. Y en junio aumentó casi el 19%, y pasó a $ 32,29. Es decir que en 280 kg -que es mi consumo mensual en este mes de invierno patagónico- debo pagar más de $ 9.000, unos 1.423 más por el aumento”.
Pero donde Ronconi pone el acento es que el gas se produce en su provincia patagónica. Comodoro Rivadavia, aclara, está a unos 1800 kilómetros de la capital argentina, a orillas del Atlántico Sur, en la cuenca hidrocarburífera del golfo San Jorge. La temperatura media anual es de 12,6°, con mínimas habituales de entre 1 y 6 grados centígrados.
Paradójicamente, por allí pasa un gasoducto que lleva gas a Buenos Aires. ¡Vaya paradoja! Morirse de frío en la Patagonia porque el gas es impagable.♦♦
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Gracias Nora por aprovechar las publicaciones que realizamos para tus tareas de divulgacion y docencia