En tiempo real. De eso se trata. Clicar y que el mensaje llegue ya. Disparar la cámara y que la foto se concrete y se mande ya. Hacer un pedido de pizza y que llegue ya. Llame ya dicen los televendedores. Controlar ya, dicen las autoridades de Rosario, provincia de Santa Fe.
La ciudad portuaria, universitaria, deportiva, devenida en paseo para habitantes de Buenos Aires y de Córdoba quiere tener “seguridad”. Y la quiere ya. Tiene 500 videocámaras funcionando, que monitorean “en tiempo real” buena parte de lo que ocurre en la ciudad. La información va “ya” al Centro de Monitoreo que funciona en el segundo piso de la sede local del Gobierno provincial. Gobierno socialista. Y ahí 30 operadores analizan las imágenes.
El ministerio de Seguridad aclara que las cámaras disuaden, previenen y esclarecen hechos de inseguridad. Pero no alcanzan. No. Hacen falta más. Y en marzo 2016 ya serán 1000 las cámaras instaladas en avenidas, espacios públicos, accesos y en lo que la jerga securitista define como “barrios conflictivos”.
El funcionario de turno, Jorge Carreras, Director provincial de tecnología para la seguridad y la atención de emergencias, declaró al matutino local “La Capital de Rosario”, que la ciudad va a estar muy bien cubierta y protegida.
¿sí?