Los usos de la tierra y las urbanizaciones avanzan sin planificación y sin control. El Estado, en todos sus estamentos, llega tarde. Corre de atrás y cuando hace o modifica los Códigos es para dar un marco a lo que ya está consumado y -eventualmente- prevenir hacia el futuro. Pero aquello construido, ocupado o usado, queda.
La Plata cumple 134 años. Hoy tiene sobrados 650 mil habitantes y hace poco más de 40 meses vivió una tragedia que no se olvida: una lluvia intensísima y una inundación devastadora provocaron un verdadero desastre social, con estimaciones de muertos y desaparecidos (sin contar los daños materiales) que algunos ubican en 90 y otros en más de 300.
El agua es un tema cotidiano para los platenses y los vecinos que la rodean. El Río de la Plata está ahí. Las napas del acuífero Puelche también. Está Villa del Sur en la Ruta 2. Los canales (suficientes) no están. Los barrios tienen bombas que no bombean lo necesario e incluso los vecinos de Villa Castells y en Gonnet tienen que ir a buscar agua a la Delegación porque no tienen agua apta para consumo. En el verano 2015/2016 hubo asambleas barriales porque de las canillas asomaba apenas un hilito de agua y las facturas de ABSA llegaban igual.
A un año del cambio de gobierno local, provincial y nacional, La Plata vuelve a ser noticia por el tema del agua. Esta vez -y hasta que llegue la peor y más caliente parte del verano-, la voz de alerta la pone la Asociación de Protección del Agua de La Plata, Oliden y Poblet.
Hace 4 años la ONG se opuso a la instalación de una planta de tratamiento de residuos o un relleno sanitario en la zona de Oliden. Quienes no viven o no conocen la zona desconocen qué hay allí, y por qué la comunidad logró parar esa licitación de 100 millones de dólares. En esa zona de la ruta 36, los campos que están en Oliden y Poblet, se asientan literalmente sobre el acuífero Puelche. El valor de esta agua pura es tan incalculable que –según afirma Bernardo Mendy, presidente de la Asociación Protección del Agua- hay estudios que sostienen que podría sacarse agua de ahí para 700 mil personas en La Plata y darle a todos agua mineral. Precisamente esa agua es la que envasa Villa del Sur, una de las empresas más importantes del rubro en el país. Es decir que contaminar el Puelche es envenenar una ‘surtidor’ que no tiene reemplazo.
El más nuevo alerta proviene del uso del suelo para invernáculos. El sector hortícola platense pasó a ser en pocos años el mayor productor de hortalizas frescas del país, incluso barriendo el reinado que tenían Santa Fe, Rosario y Mar del Plata. Han conquistado el gran mercado consumidor de la Ciudad de Buenos Aires y la zona metropolitana. Ese avance es resultado de un constante y esforzado trabajo de la comunidad boliviana, que ha venido trabajando la tierra y que también se expandió en el tema invernaderos.
Tanto la Asociación que comanda Bernardo Mendy como la Sociedad Rural de La Plata hablan de ‘crecimiento descontrolado del cinturón hortícola’. “El paisaje de la ruta 36 a la altura de Poblet cambió por completo en los últimos años: donde antes había quintas a cielo abierto ahora hay un mar de plástico. La instalación de invernaderos está creciendo a tal velocidad que ya sobrepasó la zona que el Código de Ordenamiento Urbano dispone para el cultivo intensivo y está avanzando sobre el área rural extensiva, no apta para esta actividad”, declaró Bernardo Mendy.
Purochamuyo.com / Cuadernos de Crisis consultó a Claudio M. Velazco, un ingeniero Hidráulico y Civil, que hace años viene haciendo estudios sobre el tema de la cuenca acuífera de La Plata, y que criticó fuertemente al ex intendente Bruera y al ex gobernador Daniel Scioli por el manejo operado durante y después de la inundación de abril de 2013 (y las soluciones ofrecidas).
Velazco sostiene que en 2012 tanto el Municipio como la Provincia “adolecía de información básica, como ser la cantidad real de productores que había en el sector fruti-hortícola, una cuantificación de la ubicación y dimensiones que abarcan los desarrollos productivos, y la correspondencia con la producción tradicional (o extensiva) como con la intensiva (invernaderos)”. “El primer gran objetivo que me planteé fue tratar de acotar los sectores geográficos donde se desarrolla dicha actividad. Escuché a los productores, con sus experiencias y conocimientos de la región, y continué con una recopilación secuencial de imágenes satelitales google de todo el sector, en particular donde se involucraba los sectores de producción intensiva. Esas imágenes las ensamblé, e incorporé a la base digital que poseía de la Región”, afirma.
El relevamiento continuo del ingeniero Velazco determinó que el total de las hectáreas utilizadas para cultivos tradicionales (a cielo abierto) y los intensivos (o cubiertos con plásticos) totaliza 12 mil hectáreas. 7 mil 500 para la tradicional y unas 4 mil quinientas para la intensiva.
La Asociación Protección del Agua tuvo reuniones con el Municipio platense. “Están al tanto del problema. Lo que está, está hecho. No se trata de desarmarlo, pero hay que frenar su avance porque no podemos encontrarnos dentro de unos años con que se han cubierto 7 u 8 mil hectáreas de invernáculos. Y junto con el freno, controlar a los que están para ver cómo están produciendo”.
“Los invernaderos utilizan todo el tiempo agua de riego. No se controlan las bombas que perforan el Puelche, que está a más de 60 metros de profundidad. Por ejemplo, colocan bombas que extraen una pulgada o dos pulgadas de agua, pero el riego es por goteo, y para que no estallen las bombas lo que no se utiliza lo vuelcan a las cunetas. Eso que excede lo ve cualquiera que pasa por la ruta 36”, afirman. Ese nuevo ‘mar de plástico’ lo que impide es el escurrimiento natural del agua de lluvia. Y además, mencionan, está el tema del uso herbicidas e insecticidas.
“Pensamos que en la inundación de 2013 los invernáculos tuvieron también una responsabilidad. No decimos que eso la provocó, pero el agua que cruza por La Plata con los arroyos Rodríguez, el Pescado…todos esos arroyos, en sus inicios, están cubiertos por los invernáculos… Sin duda eso contribuyó a la velocidad con que avanzaron las aguas”.
“Todos esos terrenos tienen un gran valor inmobiliario y sus propietarios alquilaron esas tierras. No son tierras ocupadas o invadidas. Lo que los productores bolivianos afincados en la zona pagan por alquiler mensual equivale a lo que los propietarios obtenían por un año. Es una diferencia muy grande”, dice Bernardo Mendy, quien obstinadamente destaca la labor de esos inmigrantes que “hacen con esfuerzo lo que no hacen los argentinos nativos”.
“Hay que pensar lo siguiente: La Plata está tomando el 40 y hasta el 50% del agua que precisa del Río de la Plata. Si eventualmente hubiera un problema con YPF y no pudiera tomarse de ahí, lo concreto es que hay agua mineral a 10 kilómetros, y esto no puede dañarse. Hay un estudio hecho, que ABSA pareciera desconocer, que dice que colocando 17 bombas a lo largo de la ruta 36 se le da agua a todo Los Hornos”.
Velazco, por su parte, insiste en el rol del Estado. “Ellos tienen la gran responsabilidad de encarar con urgencia distintas actuaciones. En primer término la identificación precisa de cada parcela y la identificación de los productores que la explotan. Luego chequear las condiciones sanitarias y laborales en que se encuentran los trabajadores agrarios. Junto con ello el control de calidad de la producción, el tipo de plaguicidas y herbicidas utilizados durante las distintas etapas productivas y finalmente los controles estrictos que garanticen el no volcado de líquidos residuales que puedan ser contaminantes de los cursos de agua, tanto superficiales como subterráneos”.
Según publica el matutino El Día, de La Plata, la Asociación presentó al Municipio platense un documento donde se pide expresamente que “se rechace la instalación de nuevos invernaderos en La Plata, en especial en zonas rurales extensivas” y que “se adopte un plan serio para regularizar los invernáculos ya existentes.
Es muy importante que haya un registro de perforadores y control de dichas perforaciones para evitar que se contaminen las napas
La primera foto es de la región de Almería España, se debería indicar. Tal como está denota una muy mala intención hacia el cordón hortícola
Guillermina: apreciamos mucho tu comentario. Es evidente que en noviembre de 2016 cuando publicamos ese análisis se olvidó consignar la información de la foto, usada a modo ilustrativo porque nuestra Asociación Civil no tenía los recursos para hacer tomas aéreas de los invernaderos o espacios de cultivo en La Plata. Nuevamente gracias por tu lectura, aporte y divulgación de nuestra revista que tras 8 años ininterrumpidos, sigue siendo de libre acceso y gratuita.