Se cumple un mes del momento en que 3 diques de contención de residuos mineros se desploman en Brumadinho, Minas Gerais, Brasil. 25 de enero 2019.
El crimen ecológico dejó 176 muertos y 134 desaparecidos. Un mar de barro contaminado. 1200 personas jamás volverán a sus casas: no queda ni el terreno.
Vale, la responsable del desastre,fue privatizada durante el gobierno neoliberal de Fernando Henrique Cardoso en mayo de 1997 con la secuela de miles de despidos en una de las empresas estatales más lucrativas de Brasil. En ese mismo acto, comenzó un declive en el control de sus planes de inversión y ambientales.
Ahora, la Vale acuerda pagar una indemnización de 265 dólares, durante un año, a cada adulto de toda la región donde ocurrió la desgracia. Pero hay 88 represas de contención en condiciones similares a las de Brumadinho, sobre un total de 717. Nadie puede afirmar si este ha sido el último capítulo.
El gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, que derrotó al PT en las urnas, basó su campaña electoral 2018 en la necesidad de una mayor explotación minera. Y dice que a pesar de Brumadinho, la economía estadual se derrumbaría sin esos emprendimientos. Lo dice a pesar de los muertos, los desaparecidos y los daños (casi) inconmensurables del crimen ecológico de la minera Vale.
Romeu Zema es socio de los lobbies mineros, y de Bolsonaro. Lo que pudo evitarse, no se evitó, y el barro asesino ya salió de la primera plana de las noticias.
Pero antes, en 2016, quien era presidente del Conselho Estadual do Meio Ambiente de São Paulo -CONSEMA-, defendió la aprobación de los estudios de impacto ambiental de los ‘barragens’, los diques de residuos mineros, en el estado de San Pablo. Ese es Ricardo Salles, del mismo partido que el gobernador mineiro Romeu Zema. Salles fue duramente cuestionado en su momento por hacer la vista gorda ante los informes ambientales, y ahora…es el ministro de Medio Ambiente de Brasil.
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El otro campo de batalla en Brasil -y la región- va por el lado de los alimentos y el paquete agroindustrial, cuyas consecuencias ya no son impredecibles.
El Brumadinho alimentario es cotidiano: lo que no vemos, pero comemos.
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Desde abril 2016, cuando asumió la presidencia Michel Temer, Brasil ostenta un récord mundial de registro y uso de agrotóxicos. Temer ya no está, pero todo es peor.
La bancada ruralista del Congreso se llama Frente Parlamentar da Agropecuaria, F.P.A, y nunca dejó de maniobrar para que esto sucediera. Según el sitio Observatorio del Agronegocio en Brasil, ese grupo hizo desde la asunción de Temer unos 45 almuerzos semanales para discutir la Lei Geral de Licenciamientos (Nº 3729 del año 2004) con el objetivo de que la aprobación de las licencias (todas, incluida la de los agroquímicos) se puedan acelerar.
El ‘coronel’ de los agronegocios dentro del gobierno Temer fue desde mayo 2016 hasta enero 2019 el ex gobernador de Mato Grosso, Blairo Maggi. Además de haber ganado el ‘premio’ de Greenpeace como el campeón de la tala de árboles del año 2005, es el mayor productor individual de soja del mundo, y es el autor del temerario proyecto popularmente conocido como PL do Veneno.
** ¿De qué va este Proyecto de Ley?
En su articulado (aprobado en la Comisión Especial de la Cámara de Diputados por 18 votos contra 9) elimina el nombre ‘agrotóxico’ para definirlo como ‘producto de control ambiental’ o ‘defensivo fitosanitario’. De esta forma, podría multiplicarse su uso por parte de los agricultores.
Otro punto importante es que el IBAMA (Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis), fundado en 1989, así como la ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) no podrán interferir en la aprobación de los agroquímicos, una responsabilidad que quedaría en manos del Ministerio de Agricultura exclusivamente.
No debe sorprender entonces que el 10 de octubre de 2018, apenas triunfara Jair Bolsonaro en la primera ronda de las elecciones, diecisiete diputados federales del F.P.A se reunieran con él. Ahí, como consigna el Observatorio, le entregaron una carta con ‘las pautas prioritarias para el agronegocio, y en primer lugar “la Ley de Licenciamientos”. La carta se la entregó la diputada federal y presidenta del grupo,Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias…quien pocos meses más tarde fue elegida por Bolsonaro para el cargo de….ministra de Agricultura.
Importa señalar quiénes estaban en esa reunión con Bolsonaro, además de Tereza Cristina: el diputado Luiz Nishimori (PR-PR), presidente de ese grupo parlamentario y amigo del juez Moro que juzgó a Luis Inacio Lula da Silva, el diputado Alceu Moreira (MDB-RS), actual presidente del F.P.A, el diputado Valdir Collato (MDB-SC), designado por el presidente Bolsonaro como nuevo jefe del Servicio Forestal Brasileño,Celso Maldaner (también del estado de Santa Catarina) y Luiz Henrique Heinze, del estado de Paraná al igual que Nishimori, y que resultó electo senador.
** ¿Quién es quién entre los mencionados y cuyos antecedentes pueden desplegarse clicando en sus nombres?
El diputado Nishimori tuvo dos empresas (que trasladó a su mujer y otros integrantes de la familia, y que aunque lo desmienta, una sentencia de la justicia en 2015 comprobó que es su verdadero dueño).
Una es Mariagro Agricola Ltda (la que derivó a su esposa Akemi y a su madre Fumi, fallecida recientemente) y la otra Nishimori Agricola (que puso a nombre de sus hijos). Pero lo que que agrava su situación es que él era el Relator da Comissão Especial para Regulamentar o Uso dos Defensivos Fitossanitários en la Cámara de Diputados, mientras vendió durante décadas pesticidas en las ciudades de Maringá, Marialva y Luiziana (en el noroeste del estado de Paraná).
Ahora, es precisamente el diputado Nishimori el relator del PL do Veneno, o PL 6299/2002. El lobo cuidando de los lobos. El argumento principal es una completa fake-news: que los productos agroquímicos demoran tanto en ser aprobados que cuando llegan al mercado, son obsoletos.
De los otros, Moreira está acusado de recibir sobornos, Collato se habría quedado con tierras robadas durante la dictadura, Maldaner tiene tierras hasta en Paraguay donde en 2012 expulsó a 120 agricultores de sus quintas para avanzar con la implantación de soja, y Heinze es el que propuso la explotación comercial de la Amazonia en conjunto con Estados Unidos.
Resulta mucho más transparente, entonces, la destitución de Dilma Rousseff.
Según el Ministerio da Agricultura e Agropecuaria (MAPA), en el bienio 2015 y 2016 fueron registrados 150 agroquímicos, en tanto que solamente durante 2018 fueron registrados 450. De esos, 52 son los que llaman ‘defensivos biológicos´ es decir, productos de baja toxicidad y pasibles de ser usados también en la agricultura orgánica.
En apenas 3 años, el número de productos no-biológicos se duplicó. Todo parece indicar que antes de 2016 había otros controles u otra mirada sobre los agroquímicos…
Para tener una idea de lo que significa ese mercado, hay otros 1345 (!!) productos esperando el análisis y la aprobación de ese Ministerio, aunque también deben ser analizados por el Ministerio de Salud, el de Medio Ambiente y hasta que logren la aprobación del PL do Veneno y la quiten del medio, por la mencionada Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria. El tamaño del mercado es el alfa y beta de la cuestión: 10 mil millones de dólares por año, el 20% de lo que las empresas de agroquímicos venden en todo el mundo.
Para celebrar la asunción de Jair Bolsonaro, el 10 de enero de 2019 el MAPA publicó en el Diário Oficial da União, la aprobación de 28 nuevos productos. Algunos ya vienen siendo usados por el agricultor brasileño, lo que sucede es que podrán ser producidos por más empresas y utilizados en otros ámbitos, incluida la producción de alimentos. Entre ellos, el muy polémico Sulfoxaflor, que como ‘despedida’ de su gestión fue aprobado por el presidente Temer el 28 de diciembre de 2018, pero que está en debate incluso en Estados Unidos.
Pero eso no es todo. El pasado 18 de enero, la Coordinación General de Agrotóxicos y Afines del Ministerio de Agricultura, publicó en el Diario Oficial una lista con más de 131 pedidos de registro de agrotóxicos. Todos los pedidos ingresaron en el último trimestre 2018.
Los lobistas, defensores, operadores y extorsionadores están dentro y fuera del Congreso en Brasilia. En todas las dimensiones de la política y la economía.
De esos 28 productos ya publicados, hay uno que es considerado extremadamente tóxico: el Metomil. Su principio activo es usado en agrotóxicos que se utilizan en cultivos de algodón, papa, soja, coles y maíz. Y hay otros cuatro que fueron clasificados como altamente tóxicos, casi todos peligrosos para el medio ambiente incluso según la clasificación oficial. Otros 14 fueron clasificados como muy peligrosos, y 12 como peligrosos.
Los peores son el mencionado Metomil y el Imazetapir, por el cual cuatro empresas pidieron su registro. La EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU, su sigla en inglés) demoró la liberación del producto hasta 2016, y lo hizo por la presión de los lobbies empresarios. Las organizaciones ambientales señalan al Metomil como la principal causa del exterminio de abejas. (ver publicación https://purochamuyo.com/bichos-buenos/)
¿Cuánto demora hoy la aprobación de uno de estos productos? Entre 4 y 8 años.
El PL do Veneno propone barrer con una protección legal fundamental, tal es que desde 1989 se prohíben en Brasil los pesticidas “para los cuales Brasil no disponga de métodos de desactivación de sus componentes” o “para los cuales no haya un tratamiento eficaz en el país”. Lo que propone el lobby del F.P.A es prohibir solo los productos que “presenten un riesgo inaceptable para los seres humanos o para el medio ambiente”. Ya consiguieron como beneficio una reducción del 60% del IPI (el impuesto que cobra el gobierno federal sobre los productos industrializados) y del PIS/Cofins (las contribuciones patronales y a la seguridad social).
Mientras este proyecto se debate, la Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciência (SBPC) indicó que entre 2000 y 2012 (gobiernos Fernando H. Cardoso, Lula da Silva y Dilma Rousseff) aumentó un 288% el uso de pesticidas en el país.
Entre 2007 y 2015 el ministerio de Salud tuvo 84.206 registros de intoxicación por agrotóxicos, y en el último año completo del gobierno de Dilma, la Associação Brasileira de Saúde Coletiva (Abrasco) demostró que el 70% de los productos alimenticios cultivados en Brasil estaban contaminados por agrotóxicos, y de esos, un 28% con productos no autorizados ni siquiera con los parámetros de la ley que el lobby fazendeiro quiere derrumbar.
** El plato fumigado
En Argentina, el otro importante productor de alimentos de Sudamérica, la ONG Naturaleza de Derechos presentó un informe en octubre 2018 que denominó “El plato fumigado” (http://www.naturalezadederechos.org/apio.htm). Tomando datos del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) desde 2011 a 2016 encontraron que los alimentos más envenenados son naranja, mandarina, limón, manzana, pomelo, banana, acelga, frutilla, apio y espinaca.
Sin embargo, además de aquellos potencialmente cancerígenos, indican en el informe que 36 de los 82 agrotóxicos detectados son disruptores endócrinos: “los disruptores endocrinos son sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal y pueden afectar la salud reproductiva femenina y masculina”.
Esos disruptores fueron hallados en la acelga (16 distintos), y también en la espinaca, el apio, la lechuga, la rúcula, y en frutas como frutilla, naranja, banana y mandarina.
Desde 1997 (cuando el ingeniero agrónomo Felipe Solá era Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación, función que ocupaba desde 1993) hasta 2018, el aumento del uso de agrotóxicos trepó más del 250%. Se pasó de 120 millones litros/kilos a más de 400 millones litros/kilos actuales, por año). Una llamativa equivalencia en el crecimiento de ese ‘mercado’ en Argentina y en Brasil.
** Los productores de hambre
Con el argumento de que Brasil y Argentina pueden ser los supermercados productores de alimentos para el mundo, y centrar sus exportaciones en una larga lista de productos primarios (basta ver los últimos acuerdos firmados por el gobierno argentino con EE.UU, China, India y Vietnam y la incidencia de los productos primarios y agroindustriales en la balanza comercial argentina 2018), se destruye la cultura agrícola que alimenta a la población local y nacional. Y un eslabón fundamental para esto es el ‘paquete tecnológico’ que precisa de un uso inimaginable de fertilizantes y pesticidas, exclusivamente pensando en grandes cosechas, amplias extensiones (bosques talados mediante, de lo cual ha sido reiteradamente responsabilizado el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey), y divisas manejadas a gusto y según los tiempos de esos concentradores/exportadores.
Al mismo tiempo, se vienen desarrollando ‘verdurazos’ porque los pequeños agricultores reciben migajas por su trabajo cotidiano a pesar de alimentar a un sector importante de la población (ver https://noticias.perfil.com/2019/02/15/que-es-la-utt-la-agrupacion-del-verdurazo-desalojado/).
La investigadora Marie Monique Robin, creadora de “El mundo según Monsanto” (ahora sería según Bayer), logró una síntesis clara de Éric Holt-Giménez, agroecólogo y titular de “Food First (primero la comida)”, un Instituto de Políticas Alimentarias y del Desarrollo, establecido en Oakland (California).
“La crisis alimentaria no tiene nada que ver con una escasez de alimentos. Se debe a la inflación del precio de los alimentos. Y la causa principal de la crisis alimentaria es que vivimos bajo el yugo del «orden alimentario de las multinacionales» [food corporate regime]. Estas empresas, como Monsanto, Syngenta, ADM o Cargill, nos imponen un sistema alimentario globalizado que es extremadamente vulnerable a los choques medioambientales y económicos.
Si se mantiene, sostiene Holt-Giménez, es porque este sistema da enormes beneficios: si caen los precios, ellas ganan dinero; si los precios suben, también ganan dinero. Históricamente hemos tenido tres órdenes alimentarios. El primero era el orden colonial, que explotaba los alimentos y los recursos baratos del Sur para financiar la industrialización del Norte. Luego, tras la Segunda Guerra Mundial, el flujo se invirtió y los excedentes de alimentos y de granos del Norte se vertieron en el Sur, con lo que estos países se volvieron dependientes para la mayor parte de su alimentación. Ahora estamos en la era del orden alimentario de las multinacionales, que a partir de ahora controlan toda la cadena alimentaria”.
El 27F – #Verdurazo y #Banquetazo
Los movimientos sociales y campesinos de Brasil preparan para el miércoles 27 de febrero un ‘banquetazo’, un banquete alimentario con productos de calidad, con ingredientes nobles, y caseros, que se realizará en más de 20 ciudades simultáneamente.
La iniciativa es en protesta por la desaparición del CONSEA– Conselho Nacional de Segurança Alimentar e Nutricional, uno de los primeros Decretos que firmó Bolsonaro cuando asumió en enero 2019. Ese Consejo era asesor directo de la presidencia y según una ley de 2006, formaba parte de la estructura encargada, entre otras cosas, del programa Fome Zero (Hambre Cero).
En Argentina, también habrá un 27F / #Verdurazo, organizado una vez más por la UTT – Unión de los Trabajadores de la Tierra. Esta vez en Plaza de Mayo, a las 16.
Las entrañas de la tierra, la tierra de cultivo, la comida…un campo de batalla.
Extraordinario artículo. Agroecología como base de un autogobierno territorial comunitario, civilización o barbarie (al estilo de Rosa Luxemburgo, por supuesto)
Gracias Diego por tu lectura atenta y por tu comentario. Estamos sin dudas frente a un quiebre definitivo de un modo de hacer, pensar y vivir. Esconder bajo la palabra ‘progreso’ o la palabra ‘desarrollo’ estas técnicas destructivas, es un debate que hay que dar con información seria en la mano, y a eso creemos haber contribuido. Gracias!
De imprescindible lectura, el artículo de Darío Bursztyn, brinda un análisis exhaustivo sobre la política capitalista de explotación de la tierra: basada en el uso de los agroquímicos de enorme toxicidad para su aplicación en cultivos extensos, a expensas de los pequeños agricultores. Un futuro de hambre que ya ha producido desastres ecológicos y los seguirá produciendo. El verdurazo: Una esperanza. Dar espacio a los pequeños agricultored. La esperanza pretenden vedarla. Felicitaciones Darío.
Lala, muy generoso el comentario y la lectura del artículo. Como dice el artículo, el subsuelo, el suelo cultivable, la tierra, se ha convertido en un campo de batalla. Pero la gran preocupación que demuestra el texto es que no es la acción de unos locos sueltos, sino una dinámica organizada, de forma peligrosa y con abyectos ocultamientos que ponen en riesgo la vida. Gracias!!