En esta guerra de bombardeos contra la población civil de la Franja de Gaza, y colateralmente, contra la que habita en Cisjordania, Israel ha desplegado su máximo poderío, demostrando el masivo apoyo militar y de inteligencia de los Estados Unidos y otras naciones de la OTAN, pero también de diversos países, vistos a priori como ‘árabes, enemigos de Israel’.
Esa ayuda del complejo militar-industrial occidental al gobierno de ultra-derecha hebreo para la aniquilación de los palestinos tuvo, en medio año, el manifiesto aval político y diplomático de toda la Unión Europea, un factor indispensable para sostener una agenda de ‘buenos y malos’, y su brazo civil más relevante, los medios de comunicación.
Como se dijo desde el principio, la incursión y masacre de Hamas del 7 de octubre de 2023 no puede justificar nada de lo que ocurrió en estos 180 días, porque en la base y antes de esos muertos y secuestrados hay un dato insoslayable: la Franja de Gaza está cercada por tierra, mar y aire, es decir, que es campo de concentración desde hace más de una década, con o sin, antes y después del hecho barbárico del 7 de octubre.
La escala de los ataques del ejército israelí a la población de Gaza superó en los primeros 100 días un Kilotón, equivalente a tres bombas atómicas, y en 180 días, más que todas las bombas que el ejército norteamericano arrojó en Vietnam.
La Corte Internacional de Justicia aceptó escuchar la demanda por genocidio iniciada por Sudáfrica, con apoyo de 70 países. Y Sudáfrica, de pleno derecho, país que conoció los guetos y al apartheid, argumentó con juristas de las más prestigiosas instituciones (incluso un ex juez de esa Corte Internacional) por qué acusa a Israel de genocidio. A diferencia de otras sentencias, en ésta, que fue favorable a Sudáfrica y reconoció que el estado sionista lleva a cabo acciones que habilitan un genocidio sobre la población palestina, los condenados no fueron algunos criminales o jerarcas sueltos, de tantas otras horrendas barbaries como la de la ex Yugoslavia. Es el propio Estado de Israel el condenado por genocidio. Y el Tribunal concedió al gobierno de Tel Aviv un plazo para que ‘cese’ toda acción conducente al genocidio, lo que no ocurrió, sino que se profundizó (ver link).
Reuniones ‘urgentes’ del Consejo de Seguridad de la ONU no lograron en meses una Resolución que acercara la paz. Y la única que se logró votar es porque no fue ni rechazada ni vetada por Estados Unidos. El 18 de octubre el gobierno de Joe Biden vetó en la ONU una ‘pausa humanitaria’ cuando había 3.500 palestinos de Gaza asesinados; vetó otra el 8 de diciembre cuando los palestinos muertos en Gaza eran 17.000 y vetó otra cese del fuego en el Consejo de Seguridad, el 20 de febrero cuando los palestinos masacrados en Gaza eran 29.000. Y la Resolución que se votó en pos de un cese del fuego avanzó porque EE.UU se abstuvo. Pero tampoco fue respetada por Israel que continuó con los bombardeos.
El 19 de febrero la Corte Internacional de Justicia de La Haya (ver link) inició las audiencias para determinar si los 57 años de ocupación de los territorios palestinos (desde 1967) y la supresión de los derechos humanos básicos constituyen, o no, apartheid. La demanda la presentaron 52 países., incluyendo China, Pakistán, Bolivia, Qatar, Kuwait, Sudáfrica, Turquía y Colombia. El primer ministro israelí desconoció al Tribunal.
No es prejuicioso ni antojadizo ni arbitrario afirmar que Israel no respeta a ningún tribunal internacional, ni respeta las Convenciones de guerra suscriptas por la comunidad internacional, ni respeta las Resoluciones de las Naciones Unidas. Y tampoco admite veedores internacionales. Y prohíbe que las diversas agencias de la ONU entreguen las miles de toneladas de alimentos, medicamentos y elementos básicos que hace meses están estacionados en la ruta que va de Egipto a la Franja de Gaza. Los permisos concedidos, en meses, equivalen a la cantidad de camiones que ingresaban en un día…
Está a la vista la decisión de eliminar por hambre, insalubridad, carencia de agua, combustibles, antisépticos y medicamentos a la población palestina. Eso es genocidio, incluso si dejaran de arrojar bombas, porque los 2.300.000 millones de habitantes de Gaza viven en un gueto del que nadie sale y al que nadie entra, y los ministros del gabinete israelí afirman que no hay nada que se llame ‘Palestina’ y que la Franja de Gaza les pertenece (ver link). Los pocos que salen, a partir de acuerdos triplemente revisados por Israel y Egipto, es por razones de salud extremas. Y algunos de los que salen, como en otras tantas fronteras del mundo, es porque pagan cientos o miles de euros a algún uniformado, como reporta la Deutsche Welle (ver link).
Juan Bautista Alberdi escribió un memorable manifiesto contra la Triple Alianza que destrozó el Paraguay. Lo llamó “El Crimen de la Guerra”.
Honrados, en la Revista Web de Cultura y Pensamiento Crítico www.purochamuyo.com / Cuadernos de Crisis, de ofrecer este extenso informe, que invitamos a leerlo, compartir y coleccionar.
Darío Bursztyn – Editor
MÉDICOS, ENFERMEROS, MUTILADOS
Tal como expresa la revisa The Intercept, que cedió a www.purochamuyo.com la entrevista al médico oftalmólogo cirujano canadiense que viajó a colaborar en los hospitales de Gaza,
“La enorme escala de destrucción humana causada por los ataques plantearía graves problemas a hospitales bien equipados. En Gaza, sin embargo, muchos centros sanitarios han quedado diezmados por los ataques israelíes o han sido evacuados, mientras que unos pocos permanecen abiertos pero con graves limitaciones en cuanto a la atención y los servicios que ofrecen.
Las fuerzas israelíes han asediado en repetidas ocasiones las instalaciones hospitalarias, matando a cientos de trabajadores médicos y tomando cautivos a decenas de otros, a pesar de que miles de palestinos, desplazados internos, se refugian en los complejos sanitarios. Recientemente Israel volvió a lanzar ataques contra el hospital Al-Shifa, en los murieron más de 140 personas.
Durante meses, los médicos de Gaza han realizado amputaciones y otras intervenciones de alto riesgo sin anestesia ni quirófanos adecuados, y los antibióticos escasean, o directamente no hay.
Las enfermedades contagiosas se están extendiendo, ya que cientos de miles de palestinos se ven obligados a vivir en refugios improvisados con escaso acceso a aseos o suministros sanitarios básicos. Muchas madres primerizas no pueden amamantar a sus hijos y la escasez de preparados para lactantes es habitual. Israel ha bloqueado o retrasado repetidamente los envíos de ayuda de suministros médicos vitales a Gaza. La atención médica preventiva básica es casi inexistente, y los expertos médicos predicen que la desnutrición condenará a una nueva generación de jóvenes palestinos a una vida de luchas por su desarrollo”.
El Dr. Yasser Khan, oftalmólogo y cirujano plástico canadiense, acaba de abandonar Gaza, donde ha pasado 10 días en el Hospital Europeo de Khan Younis, el único que queda operativo, realizando operaciones oculares a víctimas de ataques israelíes.
Esta fue su segunda misión médica en Gaza desde que comenzó todo en octubre.
Este es el extenso testimonio estremecedor del médico canadiense:
“Soy oftalmólogo, especializado en cirugía plástica y reconstructiva facial y de los párpados del área metropolitana de Toronto, Canadá, y llevo ejerciendo unos 20 años. Soy profesor, y estuve en más de 45 países por razones humanitarias, donde he enseñado cirugía, he hecho cirugía, he establecido programas. He estado en muchos tipos de áreas y zonas de África, Asia y Sudamérica. Un médico no planea ir a una zona como Gaza. Estuve allí con una misión de médicos de EE. UU y Canadá, en total ocho cirujanos. Uno de mis colegas, cirujano torácico, como muchos de nosotros estábamos sufriendo por ver esta masacre transmitida en vivo por primera vez en la historia, me dijo que la Organización Mundial de la Salud había conseguido un permiso de las autoridades israelíes y de las egipcias para ingresar. Y me sumé a la misión. Ese fue mi primer viaje.
Para llegar a Gaza hay que ir a El Cairo. Y desde El Cairo, sale todos los lunes y miércoles a las 5 de la madrugada un convoy de la ONU, en un viaje de unas ocho o nueve horas a través del desierto del Sinaí. Es largo porque es una zona desmilitarizada y hay que pasar por varios puestos de control del ejército egipcio hasta llegar a la frontera con Rafah, que siempre estuvo bajo control de Egipto. Después de pasar por inmigración se llega al lado de Gaza, que está controlado por los palestinos.
– ¿Cuál fue su primera impresión en ese primer viaje, una vez que cruzó de Egipto a territorio palestino, a Gaza?
Doctor Yasser Khan: Llegué allí sobre las seis y media de la tarde y nadie viaja de noche. De hecho, la hora límite de la ONU son las 5 de la tarde, porque todo lo que se mueve de noche, las fuerzas israelíes lo atacan con drones u otros ataques con misiles. Pero los dos tipos que vinieron a recogerme al hospital me dijeron: «Todo irá bien. No te preocupes. Confía en Dios». Éramos el único coche en la carretera. Y estaba oscuro porque no hay combustible, no hay electricidad, así que está oscuro, y la carretera estaba vacía…. Y eso me daba bastante miedo. nunca me había alegrado tanto de ver la señal de emergencia en un hospital, y entonces supe que había llegado. Lo primero que noté en ese momento -esto fue en Khan Younis- fue que el Hospital Nasser y el Hospital Europeo de Gaza eran los únicos hospitales que quedaban en la Franja de Gaza, hospitales en pleno funcionamiento en ese momento.
Hace unos meses, en el primer viaje, Khan Younis seguía siendo una ciudad, una ciudad intacta, pero había batallas. Así que cuando salí del coche, pude oír el zumbido de los drones las 24 horas del día, y era bastante fuerte. Las 24 horas, nunca se iba. Nunca vi los drones porque estaban muy altos, pero eran drones israelíes. Hay drones espías o un quadcopter, que es el dron armado que puede disparar misiles y armas de fuego. Y así están zumbando alrededor. Lo otro que escuché fueron bombas. Y como un «boom» de bombas, básicamente cada hora, cada dos o tres horas; había bombas que sacudían todo. Así que esas fueron las primeras imágenes que tuve.
Las otras imágenes que tuve fueron la de un masivo campamento de refugiados. En ese momento, en enero 2024, eran unas 20.000 personas habían buscado refugio tanto en el hospital como fuera de él. Y estas no eran tiendas de campaña. Tampoco son carpas hoy. Son refugios improvisados con sábanas o bolsas de plástico. Los que están fuera duermen en el suelo. Tienen suerte si consiguen una alfombra o una esterilla.
Había un solo baño compartido por cada 200 personas. Y dentro, los pasillos del hospital también se convirtieron en refugios. Apenas había sitio para andar, y hay niños correteando por todas partes. Es importante recordar que todas estas personas no eran indigentes. Todos tenían casas que fueron destruidas. Son todos desplazados que se refugiaron en el hospital.
Así que ese es el tipo de caos masivo que me encontré al principio, y luego me dijeron que cada vez que hay una bomba, pasan unos 15 minutos y llegan las víctimas en masa. Esa fue la otra cosa que en ese momento me impactó. Lo que habíamos estado viendo en directo en Instagram o en las redes sociales, lo vi yo mismo y fue peor de lo que puedo imaginar. Vi escenas horribles que nunca antes había presenciado y que no quiero volver a ver. Había una madre que entraba sosteniendo a su hijo de 8 o 9 años, delgaducho -porque todos se morían de hambre-, que estaba muerto, frío y muerto, y ella gritaba pidiendo que alguien le tomara el pulso, y todo el mundo ocupado en el caos masivo. Esa fue mi escena inicial de bienvenida cuando entré en Khan Younis por primera vez.
-Acaba de regresar de su segunda misión médica. Ha estado 10 días en Gaza. Describa las escenas que ha presenciado esta vez en Gaza, pero también específicamente en el hospital.
YK: Bueno, debo admitir que la primera vez que estuve allí fue, en parte, para acostumbrarme a lo que estaba ocurriendo, ver las bajas masivas, ver el hospital, conocer a los médicos y a las enfermeras y al personal sanitario, familiarizarme con el entorno y también realizar las operaciones. Esta vez, en marzo, yo estaba por encima de toda esa introducción.
Fue bastante desmoralizador. Hay que estar sobre el terreno para ver lo mal que está todo. En dos meses, las cosas no sólo estaban igual de mal, sino que están mucho, mucho peor porque ahora, dos meses después, Khan Younis ha quedado literalmente destruida como ciudad. Era una ciudad activa, bulliciosa y ajetreada. El Hospital Al-Nasser, como saben, está destruido ahora. Es básicamente una zona de muerte. Y ahora hay cuerpos en descomposición en el hospital. Ha sido evacuado. Y añadiré una cosa: como trabajador de la salud, sé perfectamente que para construir un gran hospital que funcione a pleno rendimiento se necesitan años para perfeccionarlo y construirlo, así que es una auténtica tragedia que se haya destruido ese hospital en apenas unas horas, es realmente lamentable.
Así que ahora en el Hospital Europeo de Gaza en lugar de 20.000 personas, hay unas 35.000 buscando refugio, en un hospital que ya está por encima de su capacidad. Hay gente dentro y fuera, una multitud, y no hay lugar para moverse en los pasillos.
La esterilidad del hospital ha disminuido considerablemente. Para entender lo que era el Hospital Europeo de Gaza solo bastaría que la gente entre en internet. Era un hospital precioso, bien construido, bien gestionado, buen control de calidad… y ahora se ha reducido a un lugar que es un desastre. Un absoluto desastre. Hay gente cocinando dentro de los pasillos del hospital, y en los baños. Hay gente mezclada con los enfermos, con lesiones ortopédicas importantes, postoperatorios. No hay camas. Así que a veces las personas van y duermen en sus pequeños refugios improvisados. La infección, como puede entenderse, es rampante. En el Hospital Europeo de Gaza si no mueres la primera vez o si no te amputan la pierna o el brazo la primera vez, seguro que te mueres por infección. Entonces la única forma de sálvate la vida es que los médicos te amputen un miembro para salvarte la vida. Así que es mucho, mucho peor
La otra cosa que noté es que ahora, más que antes, los trabajadores sanitarios, las enfermeras y los médicos están agotados. Quiero decir, ¡a-go-ta-dos! Porque han sido testigos de tantas cosas en casi seis meses, en cada hora y cada día de estos seis meses…
Cuando opero en un hospital de Canadá, por lo general, se establece una lista de casos entre urgentes y no urgentes. Esa es mi lista habitual como cirujano. Pero los trabajadores médicos palestinos trabajan a diario con los traumas más horribles y explosivos que jamás hayas visto. A veces realizan 14 o 15 amputaciones al día, sobre todo a niños, y llevan haciéndolo seis meses.
Lo que trato de recalcar es que no se trata sólo del trauma médico en sí, sino de los otros traumas asociados, ya que estos pacientes vienen heridos y han sido víctimas de una explosión, seguro que han perdido a sus seres queridos. Eso es siempre así. Han perdido un padre, una madre, un hijo, todos tus hijos, toda tu familia, tu tío, tía, abuelos, tu casa, lo que sea. Han perdido algo. Así que cada paciente que entra, no sólo está gravemente herido, está lidiando con este trauma.
Tuve una niña que perdió a todos sus hermanos, una niña preciosa de 8 años, que llegó por una fractura en la pierna. Estuvo bajo los escombros durante 12 horas. Su madre murió y todos sus hermanos desaparecieron. Y también toda su familia, sus tíos y tías. Es una matanza generacional, como una masacre de generaciones. Hay alrededor de 2.000 familias que han sido borradas por completo, son inexistentes. Así que es un trauma generacional: o es la muerte o es la masacre. ¡Mientras su padre estaba fuera enterrando a su esposa y sus hijos muertos ella estaba por sí misma tratando de resolver su fractura de la pierna. Y mientras ella estaba allí durante 12 horas, esta niña de 8 años, a su lado estaba su abuela y su tía, muertas, yaciendo a su lado durante 12 horas…
Vi a un tipo que tenía la cara abierta, y estuvo bajo los escombros ocho días. No sé cómo sobrevivió, pero pudieron sacarlo. Perdió los dos ojos, pero pudieron recomponerle la cara y sobrevivió. Con todo eso están lidiando los palestinos.
En resumen: hace dos meses era malo, y dos meses después es mucho peor. Pude ver, sentir realmente el agotamiento entre los trabajadores médicos palestinos, pero ellos son sobrehumanos. Siguen adelante cuando al resto de nosotros hubiéramos tirado la toalla. Pero siguen adelante porque es su constancia y su fe. Y siguen considerando su mera supervivencia como su resistencia
No importa lo que intentaron, no importa cuánto tratan de matarlos, básicamente es su actitud.
Dr. Khan, las fuerzas militares han asediado o atacado hospitales y otras instalaciones médicas en Gaza. Concretamente, el personal médico del Hospital Al-Nasser (ver link) fue asaltado el 15 de febrero por las fuerzas israelíes, y decenas de miembros del personal médico fueron secuestrados, hechos prisioneros por los israelíes. Recientemente, la BBC hizo un reportaje (ver link) en el que documentaba lo que, en mi opinión, puede calificarse claramente de tortura de estos trabajadores médicos, que incluía mantenerlos durante periodos prolongados en posturas de estrés, rociarlos con agua fría, utilizar perros con bozal para amenazarlos, vendarles los ojos y dejarlos aislados. ¿Qué tipo de historias escuchó de colegas palestinos?
YK: Ha sido un ataque sistemático e intencionado contra el sistema sanitario. Lo más extraño de todo esto es que los políticos israelíes no lo han ocultado. Han hecho declaraciones públicas sobre la creación de epidemias. Ha habido toneladas de declaraciones abiertas sobre lo que pretenden hacer. Así que ni siquiera se puede inventar estas cosas. Es extraño cómo han dicho esto abiertamente, ¿verdad? Pero dicho esto, creo que más de 450 trabajadores de la salud han sido asesinados -médicos, enfermeras, paramédicos, ¡más de 450!, cuando se supone que no son un objetivo, ¿verdad? Están protegidos por el derecho internacional. Se ha secuestrado a médicos, se ha atacado y asesinado a médicos especialistas.
Han secuestrado a médicos y, sí, los han torturado. Deshumanizan a los médicos y al personal sanitario cuando los capturan. Hemos visto fotos de ellos, así que sabemos que esto ocurre, y de hecho ocurre. Algunos de los médicos fueron torturados, y un médico que regresó, que es cirujano general, ya no es el mismo. Fue torturado y todavía tiene marcas de tortura por todo el cuerpo, y es cirujano general. Y es eso, sólo un profesional médico. El subdirector del Hospital fue básicamente desnudado y golpeado delante de todos los demás trabajadores del hospital sólo para insultarlo y degradarlo porque es su jefe. Le pegaron, le patearon y le insultaron, y todo el mundo fue testigo de ello, y lo hicieron a propósito delante de sus colaboradores. Así que es una deshumanización más de un ser humano. Estos médicos, cuando regresan, los pocos que son liberados, porque todavía hay muchos que están encarcelados por las fuerzas israelíes, ya no son los mismos. Para mí, como cirujano, es realmente desgarrador verlo. Quiero ser claro: como cirujano, tenemos la vida de las personas en nuestras manos y curamos. Y luego verlos mentalmente reducidos a nada es difícil de soportar. Sí, es difícil de digerir.
El médico estadounidense, Irfan Galaria, escribió un artículo de opinión para Los Angeles Times (ver link) el 16 de febrero, tras regresar de Gaza, donde estuvo en el Hospital Europeo de Gaza y describió esto:
«Dejé de llevar la cuenta de cuántos nuevos huérfanos había operado. Después de la operación quedaban archivados en algún lugar del hospital, sin saber quién se ocuparía de ellos ni cómo sobrevivirían. En una ocasión, un puñado de niños, todos de edades comprendidas entre los 5 y los 8 años, fueron llevados a la Guardia de Urgencias por sus padres. Todos tenían un solo disparo de francotirador en la cabeza. Estas familias regresaban a sus hogares en Jan Yunis, a unos 3 km del hospital, después de que los tanques israelíes se hubieran retirado. Pero, al parecer, los francotiradores se quedaron. Ninguno de estos niños sobrevivió».
Esto debería conmocionar el alma de todo aquel que escuche esas palabras de un médico estadounidense describiendo a niños de entre 5 y 8 años que llegan a esa sala de urgencias con disparos de francotirador en la cabeza. Háblenos del tipo de heridas o muertes que presenció durante su estancia allí.
Lo que he visto como cirujano ocular, cirujano plástico ocular, es la clásica «cara de metralla de Gaza». Lo que ocurre es que cuando hay una explosión la persona no sabe lo que le espera, y no se tapa la cara, sino que abre los ojos. Así que hay metralla por todas partes. Es bien sabido que las fuerzas israelíes están experimentando con armas en Gaza para impulsar su industria de fabricación de armas. Porque si un arma está probada en combate, es más valiosa, ¿no? Tiene más valor. Así que básicamente están utilizando estas armas, estos misiles que crean intencionadamente, y se trata de grandes fragmentos de metralla que se desparraman por todas partes. Y causan amputaciones que son inusuales.
La mayoría de las amputaciones se producen en los puntos débiles, el codo o la rodilla, por lo que se toleran mejor. Pero estos fragmentos de metralla provocan amputaciones en la mitad del muslo y del brazo, que son más difíciles, más complicadas, y la rehabilitación posterior también es más complicada. Además, estas metrallas no son como las heridas de bala. Una herida de bala entra y sale; hay un punto de entrada y de salida. La metralla se queda ahí, y hay que sacarla. Así que las heridas que vi eran de gente con los ojos destrozados. En mi primer viaje a Gaza traté a niños de 2, 6, 9, 10, 13, 15, 16 y 17 años. Desgraciadamente, hubo que extirparles los ojos. Tenían metralla en las cuencas oculares que tuve que extraer y, por supuesto, extirparles el ojo. Hay muchos pacientes, muchos niños que tenían metralla en ambos ojos. Y no se puede hacer mucho porque ahora mismo, debido al bloqueo de la ayuda y a la destrucción de la mayor parte de Gaza, no hay equipos disponibles para sacar la metralla que está en el ojo. Así que los dejamos solos y al final se quedan ciegos.
Y así, vi estas lesiones faciales, vi extremidades de los niños colgando, apenas conectadas. Vi heridas abdominales donde había, por supuesto, los intestinos expuestos. Y la cuestión es que en la sala de Urgencias no hay sitio, así que están tirados en el suelo. Entonces, tenemos estos traumatismos masivos…y los heridos están en el suelo. Y en el caos masivo, quedan ahí olvidados.
Había un bebé de 2 años que llegó de un nuevo bombardeo. Había perdido a su tía y a su hermano, y su madre estaba siendo amputada en el quirófano. Y ella era en realidad una trabajadora de la ONU, por cierto, una trabajadora palestina de la ONU. Así que estaba olvidado en el suelo con un traumatismo craneal importante. Afortunadamente, después de unas dos horas, lo encontraron. Y, porque lo llevaron a neurocirugía, pero no sé qué le pasó porque fue el último día que me fui. Lo recuerdo muy bien. Eran lesiones que nunca se habían visto antes y el grado de las mismas era asombroso.
UNICEF dijo en diciembre -y era una cifra baja- que había más de 1.000 niños con amputación doble o amputación simple. Esta es una cifra de diciembre y creo que es una estimación muy conservadora. Algunas personas han dicho que en enero ya eran 5.000 niños con amputaciones. Así que en marzo deben ser 7.000 u 8.000, ya sea doble amputados o una amputación, sea brazo, pierna, ambas piernas, ambos brazos, en su mayoría niños. La cuestión es que en cualquier amputación normal, en una circunstancia normal, un niño que sufre una amputación pasa por unas ocho o nueve operaciones hasta que es adulto, para revisar el muñón y arreglarlo. ¿Quién va a hacer eso ahora? No sólo han perdido sus apoyos, toda su estructura familiar, no tienen la estructura familiar ni la infraestructura para hacerlo porque todo ha sido destruido.
¿Estuvo solo en un hospital o fue a varios?
YK: No, me quedé en el Hospital Europeo. La primera vez fui a ir al Hospital Al-Nasser, pero se volvió demasiado peligroso y creo que el miedo era que los israelíes cerraran la carretera y me quedara atrapado en el Hospital Nasser, así que no fui, sino que fui al Europeo. Y ahora sólo queda un hospital, el Hospital Europeo. Hay clínicas por toda la ciudad que a veces las llaman hospitales, pero no son hospitales completos. Tienen uno o dos servicios, el único hospital completo es el Europeo. Incluso el Hospital Indonesio no lo es. Así que ahora sólo hay un hospital que funcione a pleno rendimiento, por lo que la inminente invasión de Rafah me preocupa bastante. Cuando me iba, a fin de marzo, se quedaron sin morfina, algo que ya había ocurrido en enero. Y la morfina es necesaria en muchos traumatismos ortopédicos y graves. Necesitas morfina para controlar el dolor. Así que se quedaron sin morfina y también sin muchos antibióticos hace unos dos meses. Ahora, algunos suministros han llegado pero se acaban rápidamente.
Sucede, además, que el equipamiento médico está oxidado, es más difícil que llegue equipo nuevo, porque todo lo que sea de doble uso, los israelíes impiden que llegue. Lo cierto es que muchísimo equipo que debería ingresar, no llega, y es imperioso que lo reemplacen, pero debo decir que los médicos palestinos son unos tremendos genios innovadores, todos ellos y lo que hacen es increíble, me saco el sombrero ante ellos. Pero, sí, todo es un enorme desorden, hay una gran frustración, y yo sería el último en culparlos frente a todo esto.
Háblenos de las conversaciones que mantenía con colegas palestinos que están haciendo su trabajo y muchos de ellos han perdido a sus familias, a sus cónyuges, a sus hijos, a sus nietos. Pero no se van. ¿Cómo es hablar entonces con sus colegas palestinos y qué impresión le ha dejado en el corazón?
YK: Me ha dejado una gran impresión. Antes y mucho más ahora, he sentido la carga emocional. Sé que hablamos de la muerte y de enfermedad y todo eso, pero de lo que también tenemos que hablar es cómo están matando su cultura y su civilización, que es un genocidio, o parte de un genocidio. Cada patio de recreo, lugar de reunión, cafetería, restaurante, mezquita antigua de 500 años, iglesia antigua de 500 años, fue destruido. Hay escuelas destruidas, estadios, instalaciones deportivas destruidas, hospitales destruidos, cines destruidos, museos destruidos, archivos, donde guardaban sus archivos, borrados, destruidos.
Quemados sus hogares, el 80% de los hogares, han desaparecido. Y aunque las casas están vacías, no necesitan ser destruidas. Han sido TikTokeadas para que todo el mundo las vea. Las fuerzas israelíes han TikTokeado esto y han mostrado la destrucción de estos hogares, de estas hermosas personas, y luego han dedicado la destrucción a sus cónyuges o a sus hijos o lo que sea.
Y yo, nosotros, los médicos de Canadá y de Estados Unidos que fuimos, lo vimos, vimos todo eso, no es ningún invento. Somos testigos. Cuando las fuerzas israelíes entraron han destruido los caminos y las rutas. Incluso en Khan Younis han destruido lo que estaba pavimentado, y entonces no quedan carreteras. Los palestinos asisten a diario a la destrucción de su cultura, de su civilización y de sus vidas. El borrado y desaparición planificada de su cultura. Eso, en sí mismo, es una inenarrable tragedia. ¿Qué sentiríamos nosotros si eso nos pasara a nosotros?
Pero ellos, a pesar de todo, mantienen la esperanza. ¡Juro que sí, que realmente tienen esperanza! Hay algunos que la han perdido y quieren irse. Muchos pacientes vienen, y puede que tengan como solamente el síndrome de ojo seco, pero piden una derivación para salir, que les hagamos una derivación médica, porque esa es una forma de salir de Gaza. Pero la realidad es que incluso las personas con enfermedades graves no están saliendo tan fácilmente. Todos están tratando de salir sólo para salvar sus vidas, pero puedo asegurar que todos dicen que quieren salir y volver. ¡Todos quieren volver porque hay algo mágico en la tierra! Los palestinos llevan allí miles y miles de años, palestinos musulmanes, cristianos y judíos.
Tienen una conexión muy fuerte con su tierra y no quieren irse. Preferirían morir antes que irse, pero en este momento quieren irse, estar a salvo. Creo que lo que los mantiene unidos es su fe. Tienen fe en Dios. Tienen fe en la justicia. La justicia de Dios. No tienen ninguna fe en la justicia de la humanidad. Y no los culpo. Realmente los hemos abandonado. No nosotros, no las personas promedio que han estado protestando y defendiéndolos. Pero sí las elites y los gobiernos. Los palestinos asediados por las bombas israelíes se sienten alentados y conmovidos por todas las personas en el mundo que han luchado y los han defendido. Ellos lo saben y les conmueve. Pero, por otro lado, no saben qué hacer. No hay certeza. Entonces no saben cómo planificar el futuro porque no saben siquiera si habrá una invasión de Rafah.
Estuve en el terreno, recorrí los campos de refugiados, recorrí Rafah, y si hay una invasión israelí, no puedo ni imaginar lo catastrófica que sería. Será una matanza masiva, una destrucción masiva, porque sin esa invasión propiamente llegan todos los días, 50 muertos, 100 heridos.
Como médico debo decir esto: la gente no se da cuenta que ser herido es una sentencia de muerte. Ser herido en este entorno sin sistema de salud, completamente colapsado, es una sentencia de muerte. Y los heridos a menudo pierden a todos, a todos los miembros de su familia, por lo que no tienen apoyo, especialmente los niños, y no tienen a nadie que los cuide, ni siquiera sus tías y tíos. No sé qué decirle al mundo para detener una invasión inminente. Hay que controlar a este primer ministro de Israel. Hay que hacer algo para detener esta estúpida invasión que todavía quiere hacer, porque será catastrófica.
¿Cómo entiende usted lo que les sucede a los pacientes que usted operó y que ahora están entrando en una realidad en la que ya no pueden ver? No tienen ojos, y todos esos niños que ya no tienen pierna. ¿Qué sucede con esas personas después de que se aborda la situación aguda, que se realiza la cirugía, se realiza la amputación, se extirpan los ojos?
Eso es lo que no me deja conciliar el sueño, y me afecta mucho. La respuesta general simple es: no lo sé. La razón por la que no lo sé es porque viven en tiendas de campaña y estructuras inestables. Muchos de ellos han perdido a sus familias y su apoyo, especialmente los niños han perdido a sus familias y su apoyo. Y también los adultos que quedaron ciegos o amputados.
Atendí a un joven, de unos 25 años, que perdió un ojo, que yo mismo le extirpé. Pasó unos cinco, seis o siete años, básicamente gastó miles y miles de dólares en tratamientos de fertilización porque se casó joven y querían tener un hijo y no podían tenerlo. Así que pasó años en tratamiento y finalmente tuvo un bebé, que tenía 3 meses. Y hubo un ataque con misiles por parte de Israel en su casa. Perdió a toda su familia, incluidos su bebé, su esposa, sus padres y su familia. Está solo, soltero. Le saqué un ojo y no tiene a nadie en este mundo. Simplemente deambula por entre las tiendas de campaña, camina sin hogar y trata de recostarse a dormir en donde pueda.
Pero también hay muchos niños así. Me pregunto, ¿qué pasa cada día con ellos? No sé. ¿Qué va a pasar con el niño doblemente amputado que no tiene hogar, ni padres, ni tíos, tías o abuelos, ni hermanos tampoco? ¿qué les va a pasar? Y están los otros: niños que tienen un hermano mayor que tiene 11 años y ellos tienen 5 años. Vi a una niña que perdió un brazo y el único pariente vivo que tiene es un hermano de 11 o 12 años que la cuida. Entonces no sé qué va a pasar porque la infraestructura actual no es infraestructura, no hay cuidado posible para esos para estos muñones. Muchos de ellos se están infectando, después de haber sido amputados, porque el hospital no tiene lugar y los da de alta. Pero ¿adónde los dan de alta? Los llevan a refugios o tiendas de campaña. Ahí es donde les dan el alta. No es que los den de alta a una casa donde pueden recibir una atención adecuada. Y son miles, como dije, tal vez 7000 o más.
Soy médico, soy canadiense y voy a enfatizar esto: los palestinos estuvieron en un campo de concentración al aire libre durante décadas. Esto no es nuevo. Fue una lucha, pero aun así pudieron hacer su vida. Y como no podían ir a ninguna parte, porque están cercados por Israel de un lado y por Egipto del otro, así presos, ellos guardaron todo en sus casas. Así que sus hogares eran sus castillos, eran su vida, eran el centro de su vida y su universo, y realmente le pusieron mucho cuidado y atención a sus hogares. Y ahora…todas estas personas sin hogar, porque su hogar era todo, y sus hogares han desaparecido. Eso tiene un efecto inconmensurable, tremendo. Viven en tiendas de campaña y no puedo ni imaginar lo que deben pasar. Hace sólo un año, su vida era normal, por así decirlo, aunque estés en un campo de concentración, pero la vida seguía siendo normal. Era su normalidad. Y no les queda nada. Francamente son personas muy agradecidas y amables, y personas con tesón, sacan lo mejor de cada situación, y sacaron lo mejor incluso estando en un campo de concentración como es Gaza. Hicieron lo mejor que pudieron. Pero ahora es desgarrador.
Es imposible no pensar en esos miles de niños huérfanos y amputados, si cualquier padre cae en desesperación cuando pierde de vista a su hijo en una playa o en un parque de diversiones. Internalizar que esta es una catástrofe humana que fue prevenible, pero prefirieron que no lo sea, la imagen de niños solos, deambulando, ciegos y huérfanos es imposible de tragar. Y si las bombas y la metralla sigue cayendo y ellos ni saben a dónde ir. Todos tratan de sobrevivir, y comer algo, aunque sea un pan. Las imágenes de multitudes detrás de una vianda o extendiendo un plato para recibir algo, y les disparan. ¿Cuál es su mensaje para el mundo, doctor?
YK: Mi mensaje…es que Gaza es un infierno hecho por la mano del hombre, un infierno aquí y ahora, un horror. Si Israel decide invadir Rafah, la catástrofe será completa. Lo único que la humanidad tiene que hacer es parar esto, presionar a los políticos y a los poderes, parar ya lo que está ocurriendo porque el saldo en términos de vidas y de condiciones de salud es inimaginable.
Lo concreto es que han pasado 75 años de ocupación, donde lo que está a la vista es la muerte y la destrucción. Los Palestinos precisan su independencia, su estado independiente para poder vivir su vida con dignidad y Libertad.
He visitado 45 países del mundo, y no tengo la menor duda de que los palestinos están entre las mejores personas con las que me crucé jamás. Son generosos, amables, de buen corazón, inteligentes, y despiertos. Y pelean por eso. Es una cuestión de humanidad, y yo estaré siempre del lado de la humanidad, porque siempre valdrá la pena luchar por ello, y seguiré intentando que eso ocurra hasta que la guerra pare y ellos sean libres.
¿QUÉ ES LAVENDER? LA MAQUINARIA DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL CON LA QUE ISRAEL BOMBARDEA GAZA
En 2021, el brigadier General de la elite de inteligencia israelí, que hoy comanda la Unidad 8200, propuso un mecanismo especial para poder procesar rápidamente una masiva cantidad de datos y generar, así, los posibles ‘blancos’ para los ataques militares en una batalla. Esta tecnología, que fue presentada en el libro “The Human-Machine Team: How to Create Synergy Between Human and Artificial Intelligence That Will Revolutionize Our World” (ver link), iba a resolver lo que este jerarca israelí describía como “el cuello de botella humano tanto para la localización de nuevos objetivos como para la toma de decisiones de aprobación de los mismos”.
La revista israelí +972 y el grupo de investigación Local Call (ver link), reproducido íntegro por el diario The Washington Post, acaban de revelar que esa máquina existe. De acuerdo al testimonio de seis oficiales de inteligencia que prestaron servicio en el Ejército en la actual Guerra que se despliega en la Franja de Gaza, y tuvieron participación de primera mano en el uso de la aplicación de IA para generar objetivos a asesinar, Lavender ha jugado un rol central en el bombardeo sin precedentes contra los palestinos, en particular en la primera etapa de la guerra. De hecho, según las fuentes, su influencia en las operaciones militares era tal que esencialmente trataban los resultados de la máquina de IA «como si se tratara de una decisión humana».
Formalmente, Lavender es un Sistema, diseñado para marcar todas los operaciones sospechosas del ala militar de Hamas y de la Yihad Islámica Palestina (PIJ), incluyendo los de baja relevancia, definidos como potenciales blancos a ser bombardeados. Así fue como Lavender designó en las primeras semanas de la incursión a Gaza a unos 37.000 palestinos como militantes sospechosos, y con ello, a sus casas, como blancos de los bombardeos aéreos
Durante las primeras fases de la guerra, el ejército dio su aprobación general para que los oficiales adoptaran las listas de objetivos fijado por la IA de Lavender, sin ningún requisito de comprobar a fondo por qué la máquina tomaba esas decisiones o de examinar los datos de inteligencia en los que se basaban. Una fuente declaró que el personal humano a menudo sólo servía de «sello de goma» para las decisiones de la máquina, añadiendo que, habitualmente, sólo dedicaban unos «20 segundos» a cada ‘objetivo’ antes de autorizar un bombardeo, sólo para asegurarse de que el objetivo marcado por Lavender era un hombre. Todo ello a pesar de saber que el sistema comete lo que se consideran «errores» en aproximadamente el 10 por ciento de los casos, y se sabe que en ocasiones marca a personas que sólo tienen una ligera conexión con grupos militantes, o ninguna conexión en absoluto.
Además, el ejército atacaba sistemáticamente a esas personas-blanco cuando se encontraban en sus casas, generalmente por la noche, con toda la familia presente, y no en el transcurso de actividades militares. Según las fuentes, esto se debía a que, una vez que lo consideraban un objetivo de Inteligencia, era más fácil localizar a las personas en sus domicilios privados.
Otros sistemas automatizados, entre ellos uno llamado «¿Dónde está papá?» que también se revela aquí por primera vez, se utilizaban específicamente para localizar a los individuos-objetivo y llevar a cabo los atentados cuando habían entrado en su residencia familiar.
El resultado, como atestiguaron las fuentes, es que miles de palestinos -en su mayoría mujeres y niños o personas que no participaban en los combates- fueron aniquilados por los ataques aéreos israelíes, especialmente durante las primeras semanas de la guerra, debido a las decisiones de este programa de IA.
«No nos interesaba matar a los comandos [de Hamas] sólo cuando estaban en un edificio militar o participaban en una actividad militar», dijo A., un oficial de inteligencia, a +972 y Local Call. «Al contrario, las IDF los bombardeaban en sus casas sin dudarlo, como primera opción. Es mucho más fácil bombardear la casa de una familia. El sistema está construido para buscarlos en estas situaciones».
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La máquina Lavender se une a otro sistema de IA, «The Gospel», sobre el que se reveló información en una investigación previa de +972 y Local Call en noviembre de 2023 (ver link), así como en las propias publicaciones del ejército israelí. Una diferencia fundamental entre los dos sistemas radica en la definición del objetivo: mientras que The Gospel marca edificios y estructuras desde los que, según el ejército, operan los militantes, Lavender marca personas, y las incluye en una lista negra de los que van a ser eliminados.
Además, según las fuentes, cuando se trataba de apuntar a presuntos militantes subalternos marcados por Lavender, el ejército prefería utilizar sólo misiles no guiados, conocidos comúnmente como bombas «tontas» (en contraste con las bombas de precisión «inteligentes»), que pueden destruir edificios enteros y causar importantes bajas. «No queremos malgastar bombas caras en gente sin importancia; es muy caro para el país y hay escasez [de esas bombas]», dijo C., uno de los oficiales de Inteligencia. Otra fuente dijo que habían autorizado personalmente el bombardeo de «cientos» de domicilios de presuntos agentes subalternos marcados por Lavender, y que en muchos de esos ataques murieron civiles y familias enteras como «daños colaterales.»
En una medida sin precedentes, según dos de las fuentes, el ejército decidió también durante las primeras semanas de la guerra que, por cada agente subalterno de Hamas marcado por Lavender, estaba permitido matar hasta 15 o 20 civiles; en el pasado, el ejército no autorizaba ningún «daño colateral» durante los asesinatos de militantes de bajo rango. Las fuentes añadieron que, en caso de que el objetivo fuera un alto cargo de Hamas con rango de comandante de batallón o brigada, el ejército autorizó en varias ocasiones la muerte de más de 100 civiles en el marco del asesinato de un solo comandante.
La siguiente investigación está organizada según las etapas cronológicas de la producción de ‘objetivos’ altamente automatizada del ejército israelí en las primeras semanas de la guerra de Gaza. En primer lugar, se explica la propia máquina Lavender, que marcó a decenas de miles de palestinos utilizando IA. En segundo lugar, revelamos el sistema «¿Dónde está papá?», que rastreaba a estos objetivos y señalaba al ejército cuando entraban en sus casas familiares. En tercer lugar, describimos cómo se eligieron las bombas «tontas» para atacar estos hogares.
También explicamos cómo el ejército israelí flexibilizó el número permitido de civiles que podían morir durante el bombardeo de un objetivo; señalamos cómo los programas informáticos automatizados calculaban de forma inexacta la cantidad de no combatientes que había en cada hogar, y mostramos cómo en varias ocasiones, cuando se atacaba una casa, normalmente por la noche, el objetivo individual a veces no estaba dentro, porque los oficiales militares no verificaban la información en tiempo real.
Primera etapa: la generación de objetivos a eliminar
En el ejército israelí el término ‘objetivo o blanco humano’ refería a un alto rango militar que, basado en el Departamento Internacional de Legales, podía ser liquidado en su casa, incluso si en torno a él había civiles. En guerras previas, dado que esta decisión era ‘particularmente brutal’ -según afirman las fuentes de Inteligencia consultadas-, esos objetivos se elegían muy cuidadosamente y solo se bombardeaba la casa de altos mandos o comandantes, manteniendo el principio de proporcionalidad bajo parámetros legales internacionales.
Tras el letal ataque de Hamas del 7 de octubre que mató a unas 1200 personas y durante el que secuestraron a 240, el IDF (Israel Defense Force) tomó otro tipo de accionar. Bajo la actual Operación Espadas de Hierro se decidió que cualquier militante de Hamas era un blanco, sin importar su rango o importancia militar, y eso cambió todo, lo que presentó a la Inteligencia israelí un problema inédito, porque en las guerras anteriores para proceder a asesinar a una persona-objetivo debía pasar por un proceso de verificación de evidencias. Debía ser un comandante, chequear dónde vivía, su información de contacto, y cuándo estaba realmente en su domicilio, lo que condujo a una docena de operativos de relevancia, llevado a cabo ‘manualmente’.
Pero una vez que la lista se expandió a decenas de miles de ‘targets’ de militantes, había que operar a través de la Inteligencia Artificial y la decisión humana quedó de lado. Las cuatro fuentes consultadas por +972 y Local Call afirmaron que Lavender -un software desarrollado para crear e identificar objetivos humanos en esta guerra- marcó a 37.000 palestinos como sospechosos de ser militantes de Hamas, la mayoría de ellos militantes de base, y eran esos los que debían ser eliminados.
La aprobación de las listas de ‘objetivos a eliminar’ preparadas por el sistema Lavender fue supervisada manualmente, basada en una prueba aleatoria (random) de cientos y cientos de ‘targets’ marcados por la IA, y eso fue autorizado dos semanas después del 7 de octubre. Según las fuentes, el 90 por ciento de los casos eran simpatizantes de Hamas y en tanto fuera así, la máquina de guerra ya no daba lugar a dudas ni revisión.
El resultado de este relajamiento de las restricciones fue demoledor. Israel mató a 15 mil palestinos, casi la mitad del total hasta la fecha, en las primeras 6 semanas de su operación militar en Gaza, y eso fue antes de la única tregua que hubo, el 24 de noviembre.
El programa Lavender analiza la información recopilada sobre los 2,3 millones de residentes de la Franja de Gaza mediante un sistema de vigilancia masiva y, con esa captura masiva de datos se evalúa y clasifica la probabilidad de que cada uno de los 2 millones 300 mil palestinos sea militante del ala militar de Hamas o la Yihad Islámica Palestina. Según las fuentes, la máquina da a casi todas las personas de Gaza una calificación del 1 al 100, que expresa la probabilidad de que sean militantes.
Lavender, entonces, aprendió a identificar las características que puede tener un militante a través de la carga de datos y el entrenamiento (machine training) y a partir de ellas ‘ubicar’ a quienes se corresponden con ellas en la población en general, lo que los convierte en blanco para el ejército.
En el libro de 2021 (ver más arriba) el actual comandante señalaba que el cuello de botella es humano: no hay capacidad para afinar el análisis de los posibles blancos a eliminar. Por eso la apuesta a la Inteligencia Artificial resultó en la solución que ya está en práctica. A la máquina le sirve todo: el algoritmo aprende a través de cientos de miles de características que se le incorporan, como grupos de WhatsApp en el que haya al menos un militante, alguien que cambie el teléfono celular con frecuencia, o que cambie de domicilio con frecuencia, etc. “Cuanta más información, y más variada, mejor”, dice el libro. “Información visual, del teléfono móvil, contactos en la redes, contactos telefónicos, fotos, todo”. Eso le permite armar la lista a Lavender.
En 2023 este comandante dio una conferencia privada en el marco de la Semana de la Inteligencia Artificial en la Universidad de Tel Aviv donde expuso los beneficios de Lavender, y reveló que en la guerra de mayo de 2021, Israel ya lo había puesto en práctica.
La investigación de +972 y Local Call consiguió algunas de las diapositivas que se usaron en esa conferencia
Una de las fuentes consultadas señaló que la IA no puede discriminar si una persona con un apodo similar a otro es o no miembro de Hamas, o que si en el pasado recibió un salario de la administración gubernamental de Hamas lo sea, ni tampoco que con los continuos conflictos las personas pierdan su celular y obtengan otro con otro número, lo que para la IA los convierte en ‘objetivos’ solo por haber cambiado el dispositivo.
Una fuente que trabajó con el equipo de ciencia de datos militares que entrenó a Lavender dijo que también se introdujeron en la máquina datos de empleados del Ministerio de Seguridad Interna dirigido por Hamas, a los que no considera militantes. «Me molestó el hecho de que, cuando se entrenó a Lavender, se utilizara el término ‘militante de Hamás’ de forma poco precisa y se incluyera a personas que eran trabajadores de Defensa civil dentro de ese paquete de datos del entrenamiento», dijo.
La fuente añadió que el entrenamiento del sistema basado en sus perfiles de internet hizo que Lavender tuviera más probabilidades de seleccionar civiles por error cuando sus algoritmos se aplicaron a la población general.
«Dado que se trata de un sistema automático que no es manejado manualmente por humanos, el significado de esta decisión es dramático: significa que está incluyendo y convirtiendo a muchas personas con un perfil de comunicación civil como objetivos potenciales».
B. dijo que la razón de esta automatización era generar más objetivos para el asesinato. «En un día sin objetivos [cuyas características fueran suficientes para autorizar un ataque], atacábamos con un umbral más bajo. Nos presionaban constantemente: ‘Traigan más objetivos’. Nos gritaban mucho. Acabamos [matando] a nuestros objetivos muy rápidamente».
Explicó que al bajar el umbral de calificación de Lavender, el sistema marcaba a más personas como ‘objetivos de ataque’.
«En su punto álgido, el sistema llegó a generar 37.000 personas como objetivos humanos potenciales», dijo B. «Pero las cifras cambiaban todo el tiempo, porque depende de dónde pongas la vara para definir quién es un agente operativo de Hamás. Hubo momentos en los que la definición era más amplia, y entonces la máquina empezó a traernos todo tipo de personal de Defensa Civil, agentes de policía, sobre los que sería una pena desperdiciar bombas. Ayudan al gobierno de Hamás, pero en realidad no ponen en peligro a los soldados”.
Las fuentes señalaron que esto significaba que, en el caso de los hombres civiles marcados por error por Lavender, no existía ningún mecanismo de supervisión para detectar el error. Según B., un error común se producía «si el objetivo [de Hamás] daba [su teléfono] a su hijo, a su hermano mayor o a un hombre cualquiera. Esa persona sería bombardeada en su casa con su familia. Esto ocurría a menudo. Estos fueron la mayoría de los errores causados por Lavender», dijo B.
Segundo proyecto. ¿DÓNDE ESTÁ PAPÁ?
Varias fuentes subrayaron que, a diferencia de los numerosos casos de agentes de Hamás que realizaban actividades militares desde zonas civiles, en el caso de ataques mortales el ejército tomaba sistemáticamente la decisión activa de bombardear a presuntos militantes dentro de viviendas desde las que no se realizaba ninguna actividad militar. Esta elección, dijeron, era un reflejo de la forma en que está diseñado el sistema israelí de vigilancia masiva en Gaza.
Tal vez no sea tan conocido, pero en Gaza cada uno tiene su casa. Y por ello se puede asociar cada persona a una vivienda, y los sistemas de vigilancia del ejército podían «vincular» fácil y automáticamente a los individuos con casas familiares. Para identificar en tiempo real el momento en que los agentes entran en sus casas, la Inteligencia israelí desarrolló varios programas informáticos automáticos adicionales. Estos programas rastrean a miles de individuos simultáneamente, identifican cuándo están en casa y envían una alerta automática de los ‘objetivos’, que marca la casa para bombardearla. Uno de varios de estos softwares de rastreo, revelado aquí por primera vez, se llama «¿Dónde está papá?».
Durante el primer mes de la guerra, más de la mitad de las víctimas mortales -6.120 personas- pertenecían a 1.340 familias, muchas de las cuales fueron completamente aniquiladas mientras estaban dentro de sus casas, según cifras de la ONU. La proporción de familias enteras bombardeadas en sus casas en esta guerra es mucho mayor que en la operación israelí de 2014 en Gaza (la más mortífera de Israel en la Franja), lo que da cuenta, aún más, de la relevancia de esta política.
Otra fuente dijo que cada vez que disminuía el ritmo de los asesinatos, se añadían más objetivos a sistemas como ¿Dónde está papá? (ver link) para localizar a las personas que entraban en sus casas y que, por tanto, podían ser bombardeadas. Dijo que la decisión de a quién incluir en los sistemas de seguimiento podía ser tomada por oficiales de rango relativamente bajo en la jerarquía militar.
«Un día, totalmente por mi cuenta, añadí unos 1.200 nuevos objetivos al sistema [de seguimiento], porque el número de ataques [que estábamos llevando a cabo] disminuyó», dijo la fuente.
Lavender y sistemas como ¿Dónde está papá? se combinaban así con efectos mortales, matando a familias enteras, según las fuentes de Inteligencia consultadas. Al añadir un nombre de las listas generadas por Lavender al sistema de rastreo doméstico Where’s Daddy? (ver link), explicó el informante A., la persona marcada quedaba bajo vigilancia permanente y podía ser atacada en cuanto pusiera un pie en su casa, derrumbando la vivienda con todos los que estuvieran dentro.
«Digamos que calculas que hay un [agente] de Hamás y 10 [civiles en la casa]», explicó A. «Normalmente, estos 10 serán mujeres y niños. Así resulta que la mayoría de las personas que mataste eran mujeres y niños».
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Ya en diciembre de 2023, la CNN informó que, según estimaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses (ver link), alrededor del 45% de las 29.000 bombas utilizadas por la fuerza aérea israelí en Gaza eran bombas «tontas», que se sabe que causan más daños colaterales que las bombas guiadas.
“Estados Unidos también proporcionó municiones no guiadas a Israel, incluidas 5.000 bombas Mk82, dijo a CNN una fuente familiarizada con las recientes transferencias de armas, confirmando un informe de The Wall Street Journal. Pero Estados Unidos también proporciona a Israel sistemas que pueden transformar esas bombas tontas en bombas “inteligentes”, incluido el sistema de guía de municiones de ataque directo conjunto y los conjuntos de bombas planeadoras de la familia Spice.
Estados Unidos ha proporcionado aproximadamente 3.000 JDAMS (Joint Direct Attack Munition o Munición de Ataque Directo Conjunto, un kit de bajo costo construido por la empresa Boeing) a Israel desde el 7 de octubre, como informó CNN, y el gobierno de Biden le dijo al Congreso el mes pasado que planeaba transferir kits de las bombas de la familia Spice por valor de US$ 320 millones.”
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Los militantes de base de Hamas marcados por Lavender sólo eran asesinados con bombas “tontas”, en aras de ahorrar armamento más caro. Una fuente explicó que esto implicaba que el ejército no atacaría a un objetivo subalterno si vivía en un edificio alto, porque no quería gastar una «bomba de piso» más precisa y cara (con un efecto colateral más limitado) para matarlo. Pero si un objetivo de bajo rango vivía en un edificio de pocos pisos, el ejército israelí estaba autorizado a matarlo a él y a todos los que estuvieran en el edificio con una bomba “tonta”
«Fue así con todos los objetivos menores», declaró C., que utilizó varios programas automatizados en la guerra actual. «La única pregunta era: ¿es posible atacar el edificio teniendo en cuenta los daños colaterales? Porque normalmente realizábamos los ataques con bombas” tontas”, y eso significaba literalmente que toda la casa se derrumbara en la cabeza de sus moradores. Pero incluso si se evita un ataque, no te importa: pasas inmediatamente al siguiente objetivo. Debido al sistema, los objetivos nunca terminan. Tienes otros 36.000 esperando».
En anteriores guerras en Gaza, tras el asesinato de objetivos humanos, los servicios de inteligencia israelíes llevaban a cabo procedimientos de evaluación de los daños causados por las bombas (BDA, bomb damage assessment, por sus siglas en inglés), una comprobación rutinaria posterior al ataque para ver si el comandante de alto rango había muerto y cuántos civiles habían muerto con él.
Como se reveló en una investigación anterior de +972 y Local Call, esto implicaba infiltrar y escuchar las llamadas telefónicas de los familiares que habían perdido a sus seres queridos.
Sin embargo, esta vez, al menos en relación con los militantes de menor rango marcados mediante los programas de Inteligencia Artificial, las fuentes afirman que este procedimiento se suprimió para ahorrar tiempo.
No se sabe cuántos civiles murieron realmente en cada ataque, y ni siquiera se sabe si los ‘targets’, presuntos agentes y militantes de Hamas y de la Yihad Islámica Palestina de bajo rango marcados con IA, habían muerto.
GUERRA, ARMAS, BOMBARDEOS, EMBARGOS y RENUNCIAS
En el mundo hay 400 empresas que producen todo tipo de armamentos y pertrechos militares. 42 son propiedad de Estados Unidos, que facturan más de 320 mil millones de dólares al año. De los países de la OTAN, los otros que encabezan el ranking son Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia.
En 2022 y 2023 exportaron el 72% de todo el armamento e insumos de guerra que circula por el mundo.
En la lista de los 100 principales, hay 3 empresas israelíes: Rafael, Israel Aerospace Industries (IAI) y Elbit Systems, con una facturación superior a los 15 mil millones de dólares. Elbit produce drones (aviones-bomba no tripulados) que llevan el nombre Hermes, y cuyo principal cliente es la India.
El 12 de abril de 2024, en el cierre de este Informe Especial, el diario The Washington Post se preguntó ¿quiénes son los principales proveedores de armas a Israel? Lo que traducido también podría ser ¿a qué empresas de qué países les conviene que persista una situación bélica para proveer de armas a Israel?
Esta es la respuesta, según lo investigado por los periodistas Leo Sands, Niha Masih, Adam Taylor, John Hudson, Kate Brady, y Cate Brown:
Un puñado de países ha proporcionado a Israel armamento y equipo militar por valor de cientos de millones de dólares desde octubre, aunque los detalles de muchas transferencias siguen en secreto.
Estados Unidos y Alemania -que suministran la gran mayoría de las armas importadas por Israel- afirman que las transferencias son esenciales para apoyar la seguridad de Israel.
Este mes, el Tribunal Internacional de Justicia ha comenzado a estudiar un recurso sobre las exportaciones de armas alemanas a Israel, mientras que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, compuesto por 47 miembros, ha aprobado una Resolución (no vinculante) en la que pide que se ponga fin a la «venta, transferencia y desvío de armas, municiones y otros equipos militares» a Israel. Esto es lo que hay que saber.
Desde 1948 Washington concedió ayuda militar a Israel, de forma oficial, por valor de 130 mil millones de dólares. Además de los acuerdos o programas especiales.
En el Memorándum de Entendimiento (MOU) vigente por 10 años, firmado en 2019, y en el marco del programa de Financiación Militar Extranjera – Foreign Military Financing (FMF) los EEUU proveen por año 3.300 millones de dólares en armamentos y otros 500 millones de dólares en programas de cooperación para misiles.
Desde el año fiscal 2018 hasta el año fiscal 2022, Estados Unidos también ha autorizado la exportación permanente de más de 12.200 millones de dólares en artículos de defensa a Israel a través del proceso de Ventas Comerciales Directas (DCS).
En octubre de 2023, Estados Unidos tenía 599 operaciones de Ventas Militares al Extranjero – Foreign Military Sales (FMS), valorados en 23.800 millones de dólares, con Israel. Los casos notificados al Congreso incluyen los aviones de combate F-35 Joint Strike Fighter; helicópteros de carga pesada CH-53K; aviones cisterna de reabastecimiento KC-46A; y municiones guiadas de precisión.
Bajo ley de los Estados Unidos, Israel fue consagrado aliado no miembro de la OTAN de primer orden – Major Non-NATO Ally.
La información completa, resumida por el Washington Post, puede leerse en el siguiente link: https://www.state.gov/u-s-security-cooperation-with-israel/
El 69% del equipamiento y ayuda militar que recibe Israel proviene de Norteamérica. Estados Unidos también ha mantenido un arsenal de armas estacionado en Israel desde la década de 1990, y algunos fueron redirigidos al ejército israelí tras el ataque de Hamás del 7 de octubre. (ver el siguiente link: https://www.defense.gov/News/Transcripts/Transcript/Article/3566388/senior-defense-official-senior-military-official-hold-a-background-briefing-on/)
Desde que comenzó la guerra en octubre, Estados Unidos ha reiterado que su apoyo a la seguridad de Israel es «férreo», y ha seguido respaldando esa promesa con más de 100 ventas militares extranjeras distintas a Israel, incluidas miles de municiones guiadas de precisión, bombas de pequeño diámetro, cazabúnkeres, armas ligeras y otras ayudas letales.
Cuando ocurrió el ataque de las milicias de Hamas el 7 de octubre, el Pentágono decidió enviar el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower Carrier Strike Group al Comando Central – Central Command Area of Responsibility, sumado al portaaviones USS Gerald R Ford Carrier Strike Group, que ya operaba en aguas del este del Mediterráneo.
Asimismo, se desplegó una batería de defensa antiaérea de gran altura -(Terminal High Altitude Area Defense THAAD Battery), y se dispuso el envío de batallones Patriot (Patriot Battalions) para reforzar las fuerzas norteamericanas presentes en la región.
El 1 de abril, el mismo día en que los ataques aéreos israelíes acribillaron a 7 voluntarios de la ONG humanitaria World Central Kitchen, el Departamento de Estado aprobó la transferencia de más de 1.000 bombas (ver link) MK82 de 226 kilos, más de 1.000 bombas de pequeño diámetro y espoletas para bombas MK80, con autorizaciones concedidas por el Congreso varios años antes de las recientes hostilidades.
Alemania es el segundo mayor proveedor del ejército israelí, por aproximadamente el 30% del total, entre 2019 y 2023.
Berlín afirma haber aprobado la venta de armas y equipo militar a Israel por valor de unos 275 millones de dólares, según una presentación realizada por los abogados de su Ministerio de Asuntos Exteriores ante la Corte Internacional de Justicia, tras la acusación de Nicaragua contra Alemania, por complicidad en la causa iniciada por genocidio. La gran mayoría de esa ayuda -unos 218 millones de dólares- se aprobó en octubre. Alemania ha argumentado que alrededor del 98% de sus exportaciones autorizadas después de la guerra no eran para «armas de guerra», sino para «otros equipos militares», una categoría que puede incluir artículos como cascos o equipos de comunicaciones, pero también autorizó en noviembre la exportación de 500.000 cartuchos de munición para ametralladoras, subfusiles u otras armas de fuego totalmente automáticas o semiautomáticas, y 3000 armas antitanque, portátiles. Aquí puede verse el debate sobre el llamado a un embargo de venta de armas a Israel que pidieron legisladores y juristas en Europa (ver link)
Italia fue el tercer mayor exportador mundial de armas a Israel entre 2019 y 2023, representando el 0,9 por ciento de las importaciones en el período.
Gran Bretaña afirma que sus exportaciones de armas representan el 0,02 por ciento de las importaciones militares totales de Israel. En 2022, el último año completo del que se dispone de datos, Londres exportó a Israel material militar por valor de 53 millones de dólares. Sus tribunales desestimaron un recurso legal contra sus ventas de armas a Israel – sin embargo, cientos de expertos legales del Reino Unido han escrito al gobierno, instándole a poner fin a las exportaciones de armas al país.
Canadá, España, Países Bajos y Dinamarca son proveedores habituales de armamento a Israel, y afirman haber interrumpido los envíos desde que comenzó el conflicto.
LOS CUESTIONAMIENTOS EN GRAN BRETAÑA
El día en que el príncipe Guillermo de Inglaterra (futuro rey) pidió el fin de los combates en Gaza, porque “habían muerto demasiadas personas” el embajador del Reino Unido ante la ONU se abstuvo de votar una resolución de alto el fuego del Consejo de Seguridad
Anum Qaisar, diputada del Partido Nacionalista Escocés, pidió un alto el fuego y la prohibición de los envíos de armas del Reino Unido a Israel: «El bombardero F-35… se está utilizando [para bombardear Gaza]. Hay partes de este avión de combate, el sistema de puntería láser y el sistema de liberación de armas que se fabrican en empresas británicas… Es moralmente corrupto y me enferma hasta la médula que el Reino Unido siga vendiendo armas a Israel».
Jeremy Corbyn, diputado y ex candidato a Primer Ministro en un discurso parlamentario de apoyo a un alto el fuego en Gaza: «Se han lanzado 29.000 bombas sobre Gaza… en comparación, EE.UU. sólo lanzó 4.000 bombas sobre Irak durante 5 años de ese conflicto. Lo que estamos viendo es la destrucción total de la sociedad, la vida y la esperanza en Gaza»
El primer ministro británico Rishi Sunak, en línea con Boris Johnson respondió: «Un alto el fuego no beneficiaría a nadie».
La resolución de alto el fuego propuesta en el Parlamento británico por el Partido Nacionalista Escocés – SNP fue socavada por el líder laborista Keir Starmer (sucesor de Corbyn), después de conversar en la Conferencia de Seguridad de Munich con el presidente israelí Isaac Herzog
Trabajadores y sindicatos británicos bloquearon el 21 de marzo las fábricas localizadas en Gran Bretaña de GE Aviation Systems, productoras del 15% de los componentes para los caza-bombarderos F-35, con la consigna “Los trabajadores estamos con Palestina Libre” (ver link). De la acción participó la Asociación Médica Británica, el sindicato de Periodistas, Entretenimiento, comunicaciones y Teatro (BECTU) y docentes, entre otros.
Los trabajadores y los sindicatos cerraron también la fábrica Leonardo en Edimburgo. «No podemos permitir que se suministren, en nuestro nombre, armas utilizadas para masacrar palestinos y financiadas con nuestros impuestos y no queremos que se fabriquen asesinatos en nuestra puerta. Nos hace sentir cómplices».
El ministerio de Defensa británico permitió que 9 aviones militares israelíes aterrizaran y despegaran de bases en Gran Bretaña (ver link), y 50 aviones de la Royal Air Force hicieron vuelos hacia Israel desde el 7 de octubre hasta fin de marzo.
La encuesta nacional en todo Gran Bretaña, publicada el 7 de abril de 2024, muestra que el 62% de la población pide que cese el envío de ayuda militar a Israel y haya un cese del fuego (ver link).
Más de 200 parlamentarios de 12 países (ver link), 2 de ellos, congresistas norteamericanos, se comprometieron a principios de marzo a intentar convencer a sus gobiernos de que prohíban la venta de armas a Israel, argumentando que no serán cómplices de «la grave violación del derecho internacional» en su asalto a Gaza.
LOS CUESTIONAMIENTOS EN CANADÁ Y JAPÓN
El 19 de marzo, tras la aprobación de una moción no-vinculante en la Cámara de los Comunes de Canadá, la ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, confirmó que el gobierno canadiense acatará la resolución y cesará las futuras exportaciones de armas a Israel.
Canadá no es un proveedor relevante de armas a ese país: menos de 20 millones de dólares al año (cuando Israel importa, oficialmente, 24 mil millones al año) pero cobra especial relevancia porque Canadá es el primer país del G7 que corta los suministros a Israel en medio de la guerra. Y esta decisión se produjo tras la decisión de Japón (ver link), otro de los países del Grupo de los 7 que suspendió su colaboración con la empresa israelí Elbit Systems, motivado por el accionar del ejército hebreo y para “prevenir actos de genocidio” en la Franja de Gaza.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, respondió:» Es lamentable que el gobierno canadiense dé un paso que socava el derecho de Israel a la autodefensa contra los terroristas de Hamás», escribió Katz, mencionando a Joly por su nombre.
LA MASACRE DE LOS VOLUNTARIOS DE LA ONG WORLD CENTRAL KITCHEN
El 4 de abril el gobierno demócrata de Joe Biden aprobó la transferencia de miles de bombas más a Israel. El mismo día en que los ataques aéreos israelíes en Gaza mataron a siete trabajadores humanitarios del grupo caritativo World Central Kitchen.
Esto escribió para The Washington Post , John Hudson
“La transacción demuestra la determinación del gobierno de EE.UU de continuar su flujo de armamento letal a Israel a pesar de los asesinatos de alto perfil del lunes y los crecientes llamamientos para que Estados Unidos condicione dicho apoyo a una mayor protección de los civiles en la zona de guerra. Un ciudadano estadounidense fue uno de los asesinados.
La medida también arroja nueva luz sobre la emotiva declaración del Presidente Biden en la que afirmaba estar «indignado y desconsolado» por la tragedia e insistía en que ‘hechos así’ no volvieran a repetirse.
«Estaban proporcionando alimentos a civiles hambrientos en medio de una guerra», dijo Biden. «Fueron valientes y desinteresados».
El gobierno israelí confirmó que llevó a cabo el ataque del lunes, pero lo calificó de «involuntario», y dijo que el ejército llevaría a cabo una investigación «transparente» y haría públicos los resultados.
Las autoridades no han revelado públicamente qué tipo de munición alcanzó a los camiones de ayuda, pero las bombas de pequeño diámetro que Estados Unidos ha suministrado a Israel son «ciertamente comparables a las que impactaron», dijo Josh Paul, un experto en armamento del Departamento de Estado, que dimitió en protesta por la política de la administración Biden en Gaza.
Anthony Blinken dijo que los trabajadores asesinados, entre los que había personas de Australia, Gran Bretaña, los territorios palestinos y Polonia y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, eran «héroes».
«Hay que protegerlos. No debería darse una situación en la que personas que simplemente intentan ayudar a sus semejantes corran un grave peligro», afirmó.
Algunos integrantes demócratas del gobierno de Biden criticaron este tipo de declaraciones, afirmando que producen pocos cambios cuando las acciones de Estados Unidos transmiten un apoyo incondicional a la campaña militar de Israel en Gaza.
«Hasta que no haya consecuencias sustantivas, este ultraje no hace nada», dijo Ben Rhodes, ex asesor de política exterior del presidente Barack Obama.
A Netanyahu «obviamente no le importa lo que diga Estados Unidos, sino lo que haga Estados Unidos» (ver link), dijo Rhodes.
Los ataques alcanzaron a tres de los vehículos del grupo cuando circulaban por Gaza siguiendo una ruta que había sido coordinada y autorizada con el ejército israelí, según informó la organización benéfica. Los trabajadores fueron asesinados minutos después de haber supervisado la descarga de 100 toneladas de alimentos llevados al enclave, por mar.
José Andrés, el célebre chef fundador de World Central Kitchen, denunció que las tropas hebreas atacaron a los voluntarios «sistemáticamente, coche por coche».
«No se trató simplemente de una situación de mala suerte en la que ‘uh, perdón, lanzamos la bomba en el lugar equivocado», declaró a la agencia de noticias Reuters.
«Cada momento en que esta situación humanitaria de pesadilla continúa en Gaza es un día en que Estados Unidos está menos seguro, porque tenemos una responsabilidad global codo con codo con Israel», declaró el senador Chris Murphy (demócrata por Connecticut). «Hasta que se establezcan compromisos para abrir un mayor acceso humanitario, Estados Unidos debe dejar de enviar ayuda militar», añadió Murphy. (ver link)”
A fines de octubre, recién iniciada la invasión israelí a la Franja de Gaza, el Director de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Nueva York, Craig Mokhiber, experimentado abogado internacional humanitario, presentó su renuncia.
Mokhiber afirmó, apenas transcurridas 3 semanas de la guerra, que se estaba ante “Un genocidio de manual” (ver link). El letrado trabajó en las Naciones Unidas desde 1992 y vivió en Gaza en la década de 1990.
En una carta dirigida al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, escribió:
“En Gaza, las casas de civiles, las escuelas, iglesias, mezquitas y las instituciones médicas están siendo atacadas arbitrariamente mientras se masacra a miles de civiles. En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, se confiscan y reasignan las casas basándose exclusivamente en la raza y los violentos pogroms que llevan a cabo colonos cuentan con el apoyo de unidades militares israelíes. En todo el territorio impera el apartheid”.
Craig Mokhiber añadió:
“Además, los Gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido, y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto. Estos Gobiernos no solo rehúsan cumplir con sus obligaciones adquiridas de ‘garantizar el respeto’ de los Convenios de Ginebra, sino que, de hecho, están armando activamente el ataque, proporcionando apoyo económico y de inteligencia, además de darle protección política y diplomática a Israel por sus atrocidades”.
“Tenemos una fórmula en las Naciones Unidas que se aplica prácticamente a cualquier otra situación de conflicto. Pero cuando se trata de la situación entre Israel y Palestina hay un conjunto de reglas diferente, aparentemente. Y creo que de ahí viene gran parte de mi frustración. ¿Dónde está el proceso de justicia transicional? ¿Dónde están las fuerzas de la ONU para proteger a todos los civiles? ¿Dónde está el tribunal para la rendición de cuentas? ¿Dónde está la acción por parte del Consejo de Seguridad, el único mecanismo en las Naciones Unidas que tiene poder de aplicación para garantizar la protección [de civiles] en los Territorios Ocupados? Obviamente, cada esfuerzo en el Consejo de Seguridad es vetado por Estados Unidos, una indicación más del tipo de complicidad a la cual me refiero.
Creo que lo otro que tiene que suceder en la comunidad internacional es que debemos abandonar los paradigmas fallidos del pasado a nivel político y volver a la raíz, que es el derecho internacional de los derechos humanos. Lo que ha sucedido en el contexto del llamado proceso de Oslo, la solución de dos Estados, el Cuarteto de la ONU, es que estos han actuado efectivamente como una cortina de humo detrás de la cual hemos visto una intensificación y empeoramiento del despojo de los palestinos, atrocidades a gran escala, como lo estamos presenciando ahora, la pérdida de hogares y tierras, y la expansión de los asentamientos.
Es un secreto a voces, en los pasillos de las Naciones Unidas, que la llamada solución de dos Estados es prácticamente imposible ahora –no queda nada en pie para un Estado sostenible para el pueblo palestino– y no toma en consideración los derechos humanos fundamentales del pueblo palestino. El nuevo paradigma debe ser uno que se base en la igualdad de toda la población allí, igualdad de derechos para cristianos, musulmanes y judíos. Y ese tiene que ser el nuevo enfoque.”
PROVEEDORES DE COMBUSTIBLES PARA AVIONES MILITARES
Numerosos estados árabes figuran entre los países y empresas que han ayudado a la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza suministrando petróleo y combustible.
Según un informe de Oil Change International, los nuevos datos publicados en marzo que rastrearon las cadenas de suministro de petróleo crudo y productos refinados a Israel- revelaron que el mayor proveedor de combustible para aviones importado por el ejército israelí es Estados Unidos, con tres buques-cisterna de combustible para aviones JP8 (ver link) suministrados a Tel Aviv desde que comenzó la guerra.
Según se informa, ese combustible de aviación, formulado específicamente para aviones militares, formaba parte de la amplia ayuda militar de Estados Unidos a la ocupación, lo que lo convertía en un componente clave de los ataques aéreos israelíes contra los palestinos encerrados en la Franja de Gaza.
Azerbaiyán -que recibió drones israelíes en la guerra contra Armenia-, y Kazajstán son otros dos países que han servido de proveedores de la mayor parte del crudo desde que comenzó la ofensiva contra Gaza. Las importaciones procedentes de esos Estados implican también a numerosas compañías petroleras en el suministro, tales como BP – British Petroleum, Chevron, Exxon, Shell y la italiana Eni, sea como propietarias o explotadoras de los oleoductos utilizados para su transporte.
Otra fuente clave de las importaciones de crudo de Israel procede del oleoducto de Sumed, que recibe cantidades «pequeñas pero regulares» del combustible de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Irak y Egipto, países por los que pasa el oleoducto. Todos estos países han condenado las acciones militares de Israel en Gaza.
Rusia es otro país que ha desempeñado un papel en el suministro de combustible a Israel, dado que regularmente provee gasoil al vacío (VGO) -que suele transformarse en gasolina y gasóleo- a una refinería clave de la ciudad de Haifa.
Allie Rosenbluth, directora de programas de Oil Change International en Estados Unidos (ver link) aseveró que
“Los datos y sus revelaciones arrojan más luz sobre el papel de múltiples países y empresas transnacionales que suministran a Israel el combustible necesario para continuar su bombardeo e invasión de Gaza.
Los países, así como las empresas petroleras y de gas, deben rendir cuentas por su papel en la perpetuación de la violencia y los abusos contra los derechos humanos. Están alimentando la maquinaria bélica de Israel y son «cómplices del genocidio en curso del pueblo palestino».
Rosenbluth declaró además: «Hacemos un llamamiento a las naciones para que aprovechen su suministro de petróleo como medio para exigir un alto el fuego inmediato y el fin de la ocupación. Las empresas de combustibles fósiles, como BP, Chevron y Exxon, movidas únicamente por los beneficios, están dispuestas a alimentar el conflicto contra civiles inocentes. Esto debe terminar hoy».
AYUDA, SOBREVIVIENTES Y ESPERANZA DE VIDA
He organizado el puente aéreo de legisladores, jueces y periodistas que escapaban de Afganistán (ver link) cuando cayó Kabul en mano de los talibanes.
«He entregado ayuda continua a pueblos ucranianos en primera línea durante la invasión rusa; he trabajado en la construcción de pistas, carreteras y autopistas para entregar ayuda a los refugiados de Rwanda tras el genocidio; y he entregado envíos de ayuda a enclaves asediados y atacados por el ejército sirio.
Nada de eso me sirvió para el desafío que supone intentar llevar unos cuantos camiones de alimentos y medicinas a la Franja de Gaza», afirma en The Intercept el norteamericano Amed Khan.
Es fácil señalar con el dedo a Israel, el país que aplica el bloqueo a los 2,3 millones de habitantes de Gaza, la mitad de los cuales son niños. Sin embargo, al tratar de resolver el problema desde todos los ángulos y a diario para hacer llegar la ayuda médica y alimentaria urgente, he llegado a la conclusión de que el presidente Joe Biden, para quien fui anfitrión en la recaudación de fondos y trabajé para su elección en 2020, es quien suscribió el objetivo final de Israel de llevar a cabo una limpieza étnica de los palestinos de Gaza.
El gobierno de Biden no solo es cómplice al negarse a condenar el bloqueo israelí de la ayuda humanitaria, una situación absurda que lleva a Estados Unidos a incurrir en costes significativos y riesgos innecesarios lanzando viandas de comida en paracaídas. Está apoyando activamente el objetivo de guerra de Israel, a menudo declarado pero mal definido, de erradicar a Hamás, un esfuerzo militar que se preocupa poco por las vidas de los palestinos o por el destino de los rehenes israelíes retenidos en Gaza.
El devastador bombardeo israelí de Gaza no sería posible sin las decenas de miles de bombas y municiones guiadas enviadas por Estados Unidos desde el 7 de octubre. El gobierno de Biden organizó más de 100 transferencias de armas, pero sólo notificó dos al Congreso, utilizando diversos mecanismos para enmascarar la escala y la frecuencia de las transferencias de armas.
Mientras proporcionaba un flujo constante de armas a Israel, Biden retenía la financiación del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas, o UNRWA, que ayuda a los refugiados palestinos. La UNRWA, el mayor organismo de ayuda humanitaria en Gaza, fue blanco de acusaciones infundadas por parte de Israel: que sus empleados participaron en el atentado del 7 de octubre en Israel, de lo cual no hay pruebas, y que incluso el senador demócrata Chris Van Hollen calificó de «rotundas mentiras».
Australia, Canadá, Suecia y la Comisión Europea han reanudado su financiación. El gobierno de Joe Biden, sin embargo, sigue reteniendo el apoyo financiero, incluso cuando la UNRWA se enfrenta a un déficit presupuestario de 450 millones de dólares. En su lugar, Biden optó por participar en el teatro de la ayuda humanitaria, respaldando métodos costosos, peligrosos y poco prácticos para transportar ayuda a Gaza que no requieran obligar a Israel a poner fin a su bloqueo de alimentos y medicinas.
En lo inmediato, las políticas de ayuda de Biden no supondrán ningún alivio significativo para el desastre humanitario de Gaza (ver link). El último esfuerzo consiste en que el ejército estadounidense construya un muelle en el Mediterráneo frente a la costa de Gaza para entregar hasta 2 millones de comidas al día. El proceso, implícitamente, avala la decisión de Israel de impedir que lleguen alimentos a Gaza a través de los pasos cruces terrestres. Ese muelle (pier) llevará dos meses en ser construido, un plazo que garantiza la hambruna para las poblaciones más vulnerables de Gaza.
Israel ha sido más honesto sobre sus objetivos en Gaza. Un documento del Ministerio de Inteligencia israelí filtrado el 13 de octubre exploraba la posibilidad de expulsar masivamente a la población palestina a la península egipcia del Sinaí.
Pero las autoridades del gobierno israelí no ocultan, en público, la misma agenda. Hubo declaraciones de altos cargos políticos israelíes tras el 7 de octubre que incluyen llamamientos a la despoblación masiva de Gaza y muestran un desprecio constante por cualquier distinción entre militantes de Hamás y civiles inocentes. Un ministro del gobierno habló abiertamente de eliminar hasta el 90% de los palestinos. Otro dijo que Israel estaba «luchando contra animales humanos». Un tercero dijo que no había civiles en Gaza y sugirió utilizar un arma nuclear. Un alto parlamentario del partido gobernante de Netanyahu, el Likud, dijo que el objetivo de Israel es «borrar la franja de Gaza de la faz de la tierra».
La ‘weaponización’ de la comida, es decir, usar los alimentos y el agua como arma de guerra contra la población civil, fue la primera medida que tomó el gabinete de crisis que gobierna Israel.
En marzo, junto con las bombas, Norteamérica decidió construir un muelle flotante que no toque el territorio de Gaza, para acercar ayuda a la población que vive en ese campo de concentración a cielo abierto.
Tal como reportan desde Washington (ver link), Karen DeYoung y Sarah Dadouch
“La nueva instalación marítima permitirá el envío diario de «cientos» de camiones cargados de ayuda a Gaza, que pasará por Chipre, donde las mercancías serán inspeccionadas por Israel antes de ser cargadas en lo que, según los funcionarios, serán «grandes barcos que transportarán alimentos, agua, medicinas y refugios temporales.
Biden prometió que no habrá tropas militares estadounidenses involucradas en la guerra, y los funcionarios dijeron que no habría ‘botas estadounidenses’ sobre el terreno en la construcción de la instalación portuaria.
«El concepto que se ha planeado implica la presencia de personal militar estadounidense en buques militares frente a la costa» de Gaza, pero no requiere que el personal militar de EE.UU. vaya a tierra para instalar el muelle o la calzada o para descargar la ayuda.
Las Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias distribuirán la ayuda dentro de Gaza, e Israel se encargará de las medidas de seguridad, dijeron los funcionarios.
Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo que «cualquier forma de hacer llegar más ayuda a Gaza» es bien recibida pero recalcó que los convoyes de camiones retenidos en la frontera con Egipto eran más eficaces.
LOS DRONES LE DISPARAN A CUALQUIERA Y NO HAY A DÓNDE VOLVER
En cualquier país de Asia los mercados se multiplican todos los días, y los domingos en particular. En la ciudad de Gaza (Gaza City) no hay más mercados. Los barrió la guerra. Sin embargo, en el medio de la hambruna, hay algo para comprar. ¿Dónde? Como en cualquier guerra y en cualquier gueto: en el mercado negro.
Anas, nombre de fantasía, transido por el miedo, habló con la revista New York Magazine (ver link). Ingeniero de redes de 23 años, en su vida ‘normal’, camina hasta 8 horas entre los escombros en busca de comida y tener algo que repartir entre los 12 miembros de su familia.
«Vas caminando y encuentras gente vendiendo cosas robadas». Camina unos kilómetros, no encuentra nada y busca en otro barrio. A veces se lleva una lata de champiñones o un kilo de arroz, que puede costar 45 dólares. Los precios se han multiplicado por diez desde el 7 de octubre. «Hacemos una comida al día para mantenernos ante la escasez de alimentos», dice. Las verduras frescas no existen, La harina escasea. “Incluso piden 200 dólares por una bolsa de harina, y hay que buscar mucho y tener una conexión especial para poder encontrar una sola comida», dice Anas. «Cuando encuentras algo, parece un milagro.»
Hace poco encontró milagrosamente una lata con una salchichón de carne de pollo, por apenas 27 dólares. Fue una fiesta para la familia.
Cuando los alimentos logran entrar, acceder a ellos puede resultar extremadamente difícil para los habitantes de Gaza. A principios de marzo se produjo la «masacre de la harina», en la que soldados israelíes dispararon contra palestinos que habían acudido a recoger harina de un convoy en la ciudad de Gaza, y al menos 112 personas murieron entre los disparos y una estampida. Ese mismo mes, según los informes, los ataques aéreos israelíes acabaron con la vida de varias personas encargadas de distribuir ayuda humanitaria, entre ellas el jefe del comité de emergencia de Gaza. A finales de marzo, según la agencia Reuters, la mitad de los almacenes de alimentos de Gaza estaban tan dañados por los combates que ya no funcionaban.
Todo hay que ir a buscarlo y batallar con el prójimo. Cuando consiguen, como Haneen Al-Sammak, una antigua residente de 48 años de la ciudad de Gaza, les dan 3 bolsas de 25 kilos de harina para toda la familia, y debe alcanzar para dos meses. No hay nada, hay harina. O lentejas. “Lentejas, lentejas, lentejas”. El joven Anas y la señora Hannen confiesan que hacen una sola comida al día.
Le preguntan a la señora Al-Sammak que describa cómo se siente este tipo de hambre.
«Es agotamiento», dice. «Dolores de cabeza. No puedes caminar. Sientes que quieres dormir todo el tiempo». Los cuerpos de su familia evidencian el agotamiento. «Cuando mis hijas van al baño, pasan mucho, mucho tiempo en el baño», dice. «Podemos pasar uno o dos días sin ir al baño». Pero señala que su situación es mejor que la de muchos porque vive en el centro de Gaza en un edificio y no en una carpa, y todavía tiene algo de dinero ahorrado.
Anas, el ingeniero de 23 años, vive una historia diferente. Al principio, su familia hizo un fondo común, tratando de almacenar todos los alimentos que pudieron. «Intentamos reunir nuestros recursos cuando aún podíamos encontrar qué comprar», dice. «Pero ya han pasado seis meses sin ninguna forma de obtener ingresos, por lo que ha sido básicamente imposible acceder a cualquier alimento…».
Según el Programa Mundial de Alimentos, la mayoría de la población del norte de Gaza tiene acceso a menos de un litro de agua por persona y día. La familia de Anas ha recurrido a beber agua de un pozo cercano, que según él está contaminada.
Pero el agua contaminada sólo importa si se vive lo suficiente para beberla. «El hambre no es nuestra principal preocupación», afirma. «El hambre en sí, la sentimos, pero no nos preocupa tanto el hambre como el miedo. En lo que único que pensamos es en la próxima bala, el próximo proyectil». Anas afirma que los «disparos constantes» y las explosiones se acercan a su casa y son cada vez más severas.
Moverse es casi imposible, afirma. “Los drones le disparan a cualquier cosa que se mueva”.
PAGAR POR LA VIDA
Aunque las fronteras entre Egipto y Gaza están cerradas, todavía es posible salir del asediado enclave palestino, pero sólo si se dispone de dinero suficiente.
Los palestinos de la Franja de Gaza siempre han podido entrar en Egipto a través del paso fronterizo de Rafah si disponían de los documentos, las conexiones y el dinero en efectivo adecuados.
El costo ‘habitual’ oscila entre los 350 y los 600 dólares, pero como señala el Proyecto de Información sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP) «cuanto mayor es la desesperación por salir, mejor es el negocio», y ante la irrupción hebrea en Gaza, el negocio de salvarse, está en auge.
Durante años, una red de agentes de viajes y mediadores con base en Egipto y Gaza han ofrecido pasos rápidos a través de Rafah. En 2019, una empresa egipcia llamada Hala Consulting and Tourism comenzó a gestionar lo que denominó un «servicio VIP» de 1.200 dólares en el paso fronterizo de Rafah. Hay quienes la vinculan con el ejército egipcio. Desde que comenzó el conflicto actual, los precios de dicho cruce han aumentado masivamente. Según el OCCRP y otros, ahora cuesta entre 5.000 y más de 10.000 dólares por adulto.
Las miserias de la guerra, para vender armas, combustible o salvoconductos siempre tienen nombre y apellido. La desocupación en el campo de concentración a cielo abierto que es la Franja de Gaza supera el 50%, y el ingreso medio es de 13 dólares por día. Complejo juntar 5000 dólares para salvar la vida o recibir asistencia médica que Israel niega a los palestinos en los check-points. Por esa razón, aparecieron una multiplicidad de sitios de crowdfunding para reunir el dinero necesario para una salida.
El informe del Canal de noticias alemán Deutsche Welle remite a lo peor que ha dado la humanidad. Sigue aquí:
“Desde finales de enero 2024 han surgido cada vez más campañas de crowdfunding relacionadas con Gaza. Es probable que ya haya miles en sitios como Just Giving y GoFundMe. Casi todas las campañas tienen como objetivo recaudar dinero suficiente para pagar un salvoconducto, y según la cadena británica Sky News pedían unos 38.000 dólares.
Casi todas las ‘recaudadoras salva-vidas’ están en Europa o Norteamérica, por lo que los palestinos que utilizan este sistema suelen tener un contacto en uno de esos países para poner en marcha la campaña y recibir el dinero en su cuenta bancaria. Hay quienes lograron 63.000 dólares.
Se estima que unas 250 personas cruzan la frontera de Rafah a diario, lo que lleva a considerar que Hala Consulting and Tourism, y todos los uniformados que rodean la cuestión, podrían estar ganando actualmente hasta un millón de dólares al día.
Pero en esta red donde la vida y la muerte tienen precio y sitios de internet, sitios como GoFundMe también ganan, porque cobran una comisión. Se quedan con el 2,9% de la donación total y otros 0,30 dólares por tramitar cada donación. Una campaña que logró recaudar 50.000 libras esterlinas con 2.000 donantes dejaría en las arcas de GoFundMe más de 2.000 libras”.
LOS PÁJAROS, COMO EN HIROSHIMA O VIETNAM, HAN DESAPARECIDO
Un panel de expertos científicos y defensores ambientales dieron la voz de alarma cuando se iban a cumplir 3 meses de los bombardeos en Gaza, ante la perspectiva de un desastre medioambiental. Kate Mackintosh, directora Ejecutiva de Netherlands-based UCLA Law Promise Institute Europe; el ambientalista británico Jojo Mehta, fundado de la campana Stop Ecocide en 2017; Richard Falk, un veterano experto y defensor ambiental, y Rob White, profesor de Derecho Penal de la University of Tasmania
El gabinete del gobierno hebreo proponía inundar los túneles construidos por Hamas con agua de mar. Esto llevaría a salinizar permanentemente la tierra, impidiendo para siempre el cultivo. El mar, además, podría filtrarse bajo tierra y llegar al acuífero del que depende la mayoría de la población de Gaza para obtener agua potable. Para ese entonces, había 20.000 muertos, pero crecía una nueva acusación: el ecocidio
El término «ecocidio» se acuñó durante la guerra de Vietnam después de que el ejército estadounidense rociara más de 90 millones de litros de Agente Naranja y otros herbicidas a Vietnam del Sur. La vida media de 20 años del producto químico puede aumentar a más de 100 años si se entierra bajo el suelo, y la población del sur de Vietnam, pasado medio siglo, sigue viviendo con sus efectos.
La revista especializada Grist afirma que tras visitar la región a principios de la década de 1970 y observar los efectos devastadores de los productos químicos, un grupo de científicos y juristas estadounidenses inició una campaña contra el uso de los herbicidas como arma de guerra. Sus esfuerzos condujeron a una orden del Presidente Gerald Ford en 1975 que renunciaba al uso de defoliantes en futuras guerras y a una convención de la ONU en 1978 que prohibía el «uso hostil de técnicas de modificación ambiental».
Los cuatro expertos en ecocidio entrevistados para este reportaje afirmaron que las acciones de Israel en Gaza podrían encajar plausiblemente en la definición de ecocidio, tal y como la determinó el panel. Las pruebas de la inmensa devastación medioambiental están por todas partes (ver link) en la Franja de Gaza, desde el arrasamiento de tierras de cultivo con maquinaria pesada (ver link) que permitía producir 5 mil toneladas de aceite de oliva de los 40 mil árboles de olivos existentes, hasta el uso de fósforo blanco en suelo poroso (ver link). El ejército israelí confirmó a finales de enero que había empezado a inundar los túneles subterráneos con agua de mar (ver link), lo que hace temer que contamine la principal fuente de agua potable de los 2 millones de habitantes de la Franja.
Y estos pájaros, ya han desaparecido de Gaza
Saber duele. Ignorar mata. Callar es complicidad.
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REGISTRO ISSN 2953-3945
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